La verdad es que todos los ciudadanos con sentido común asistimos atónitos no solo a la situación del mercado eléctrico español y europeo, sino también a la inacción de Bruselas. ¿A qué esperan los bien pagados de Europa para adoptar soluciones? ¿A que toda la industria sufra unas consecuencias irreversibles? Recordamos que con el crac de Lehman Brothers la Comisión Europea tomó medidas drásticas y urgentes, pues la situación lo requería. Con el momento gravísimo vivido con el covid también se adoptaron decisiones drásticas y urgentes con el objetivo de que aliviaran tanto la situación económica como la sanitaria, que era muy preocupante. Cuando las economías de Europa y los mercados necesitaron del BCE y de la Comisión Europea, también se optó por la compra masiva de deuda pública. Así pues me pregunto: ¿qué tiene que suceder y cuánto más tiene que empeorar la situación actual para que Bruselas adopte alguna medida que, aunque no sane por completo al enfermo, al menos le quite el dolor? ¿Es tan difícil y complejo enfrentarse a los especuladores del CO2 (ganan del orden del 210 %) y proponer que los 62 euros actuales de este concepto no se paguen desde el 1 de septiembre al 30 de marzo, por ejemplo? Esta no sería una solución, pero sí una gran ayuda y alivio para las economías, tanto familiares como para la industria.
Ministra Ribera, ya tiene usted algo concreto y real por lo que pelear a corto plazo. También le digo que no es cierto que los precios de la electricidad estén «razonablemente controlados», como usted afirma. No engañen a los ciudadanos desinformados, que, aparte de sufrir esta situación tan adversa, no nos merecemos tener que soportar vuestras medias verdades presentes y futuras.