Sancho, bajo el volcán

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

SITTHIPONG CHAROENJAI | EFE

10 abr 2024 . Actualizado a las 15:19 h.

Los ojos de los cráteres salpicados por toda la isla recuerdan que debajo de la calma que reina en la superficie de Fuerteventura yace una caldera durmiente e invisible. El espectador quiere intuir que también debajo de la fría tranquilidad con que el actor Rodolfo Sancho se expresa en el episodio cero de El caso Sancho subyace un magma de emociones disimuladas. El actor se sienta en el salón de su casa, con amplias vistas a un volcán, para ofrecer en exclusiva a los suscriptores de HBO Max las impresiones que los micrófonos de los medios llevaban meses intentando arrancarle; las de un padre cuyo hijo es presunto autor de un asesinato horrendo y mediático en un país donde existe la pena capital. Él se apoya con parsimonia en el concepto de que en la vida de todo se aprende y el convencimiento de que hay cosas todavía peores que esta. Argumenta, sin dudar, que en este caso hay dos víctimas, aunque solo una esté muerta.

Las declaraciones del actor son solo la primera entrega de una docuserie sobre este crimen que se irá completando cuando haya sentencia, pero su estreno se hizo coincidir ayer con el comienzo del juicio en Tailandia. Este movimiento de contraprogramación y actualidad, anunciado por sorpresa, demuestra que la política del sector de las plataformas ha pasado a otra pantalla y busca parte del pastel de los magacines de sucesos en directo.