«¿De verdad compensa quitar competencias a la Guardia Civil?»

OPINIÓN

GUARDIA CIVIL | EUROPAPRESS

19 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 

Corazón verde a toda velocidad

Que España es líder en donaciones de órganos y que nuestra Organización Nacional de Trasplantes es un referente mundial nadie lo cuestiona. Esta semana, hemos visto cómo un corazón tenía que atravesar Galicia de urgencia a toda velocidad a bordo de un coche de la Guardia Civil para poder realizar un trasplante, una vida estaba en juego.

El Servicio Galego de Saúde (Sergas) estaba sin su helicóptero medicalizado por una avería, y las ambulancias del 061, por limitaciones técnicas, no podían hacer los casi 180 kilómetros de distancia que hay entre los hospitales implicados en el tiempo necesario para que ese corazón llegase a la operación.

Por suerte, alguien pensó que se podrían reducir los tiempos y llegar a tiempo llamando a la Guardia Civil. Sí, otra vez, la Guardia Civil allí donde se la necesita y asumiendo funciones que no son de su competencia, pero atendiendo a una de las señas de identidad que el instituto tiene grabada a fuego en su ADN desde su fundación: «Ser pronóstico feliz para el afligido» y prestar auxilio a quien lo necesite. Cuando a otras administraciones les fallan los recursos, la Guardia Civil está siempre ahí para resolver la papeleta, nunca falla. Lo de «Benemérita» no es por casualidad.

Pese a ello, algunos se empeñan en hacer desaparecer uno de los mejores cuerpos de seguridad del mundo. Se empeñan en fraccionar la seguridad del Estado y en quitar competencias a un cuerpo policial que por su especialización, despliegue territorial y, sobre todo, por la calidad humana de sus miembros, es capaz de desarrollar cualquier cometido que se le encargue allí donde se necesite.

Por eso quiero hacer un llamamiento a la reflexión. ¿De verdad compensa quitar competencias a la Guardia Civil y no dotarla de los recursos humanos y materiales necesarios? Héctor Teixeira.

Empregados públicos da Xunta

Quero poñer de manifesto a situación na que nos estamos atopando os empregados públicos da Xunta, máis concretamente o persoal funcionario de carreira. Estamos vivindo unhas situacións nas que aprobar unha oposición é de «tontos», xa que é moi posible que na praza que che outorguen en destino provisional (lembremos que acabas de superar un proceso selectivo de acordo cos principios constitucionais de igualdade, mérito e capacidade) vante cesar para «regalarlle» o posto a persoal temporal que reclamou vía xudicial o seu dereito a ocupar a praza que desempeñou como persoal temporal... Vamos, que os tontos somos os que gastamos o noso tempo e o noso diñeiro en preparar e aprobar, con non pouco esforzo, unha oposición. Natalia Fernández Docasal.

Impunemente

Si en una guerra alguien hubiera decidido tirar en mi pueblo una bomba cuando yo contaba con 5 años de edad, habría actuado sobre el destino, eliminando mi futuro y el de los que allí se encontraran. Eso acontece a diario en medio mundo cuando cientos de niños pierden su vida ejecutados impunemente por decisiones terrenales que de repente se elevan a divinas, mientras el otro medio lo asume rogando a Dios por la paz, resignado ante lo inevitable y obnubilado ante el «yo no he sido». Borrando arbitrariamente del futuro historias de vida, el destino de la humanidad varía en décimas de segundo gracias a gobernantes que asumen por nosotros, en su sueldo, el peso de dar la orden de atacar al ejército de un país, y, en su conciencia, el de ver caer a inocentes civiles como daños colaterales inevitables. Algo muy grave está pasando desde siempre y lo sabemos. Luis Cabaneiro Santomé. Lugo.

Illa, el gestor de la pandemia

Me parece increíble que Salvador Illa, símbolo de la más catastrófica gestión de la pandemia, pueda recibir siquiera un voto en las elecciones catalanas. Y lo peor: utilizó la pandemia para declarar un estado de alarma singular solo en la Comunidad de Madrid. Una actuación vergonzosa que, transcurridos cuatro años, todavía no ha explicado. El principio de responsabilidad política ha sido arrasado por el Partido Socialista de Pedro Sánchez, que prefiere premiar a los malos gestores. Y amnistiar la corrupción. Los españoles, como el Real Madrid del miércoles ante el Manchester City, resistiremos el asedio de Sánchez y sus socios. Y ganaremos. José Luis Gardón. Madrid.