Todo un hombre

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A Escarlata O'Hara le gustaba Atlanta porque, como ella misma, era una mezcla de lo viejo y lo nuevo y muchas veces lo segundo ganaba la partida. Décadas después de que Margaret Mitchell escribiera la que fue obra de referencia sobre el sur de Estados Unidos, llegó Tom Wolfe a la capital de Georgia para mirarla con sus propios ojos a finales de los noventa. El resultado fue Todo un hombre. La novela del autor del traje blanco ha sido desmenuzada ahora por el productor de Big Little Lies, David E. Kelley, para llevarla como miniserie a Netflix. Está protagonizada por el magnate inmobiliario Charlie Croker y arranca con una reflexión de este acerca de lo que podría ocurrir el día de su muerte. Hasta entonces, elige vivir y arranca el capítulo en la lujosa celebración de su sesenta cumpleaños, con Shania Twain actuando en directo para todos sus amigos, y algunos de sus enemigos. Sin apenas haberse recuperado de la fiesta, aterriza de golpe en la realidad al descubrir que los préstamos no son un regalo y que los bancos le reclaman los casi mil millones de dólares que debe, y que no ha empleado solo en inversiones para su negocio.

Jeff Daniels, en un histriónico rol masculino que evoca a Trump, protagoniza esta ficción que aspira a ser una suerte de repuesto de Succession ahora que los Roy han volado lejos, aunque sin la densidad y sustancia de la obra de HBO.