La falta de financiación privada frenaba el proyecto de la empresa Xero
02 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Desde el lejano mercado asiático. Desde allí ha llegado una bocanada de aire fresco para el ambicioso proyecto de la planta de coches eléctricos que la empresa británica Xero pretende instalar en la provincia de Ourense. Según ha trascendido en la jornada de ayer, el grupo industrial chinés Yingyou Lianyungang está interesado en participar en la construcción de la fábrica ourensana que se había anunciado hace ya un año.
Para poner sobre la mesa las cifras del proyecto empresarial, ayer se reunieron en la Diputación de Ourense representantes de Xero y del grupo chino con el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar. En la reunión explicaron que la hoja de ruta prevista por los inversores asiáticos pasa por recibir de la Xunta la confirmación del apoyo del gobierno gallego. Para ello, anunciaron al presidente de la Diputación su intención de desplazarse hasta Santiago de Compostela para entrevistarse con representantes del ejecutivo autonómico y lograr su respaldo. También trascendió que antes de su visita a Ourense ya estuvieron en la sede británica de Xero para estudiar en detalle el proyecto.
Hasta el momento lo que se conoce del desembarco británico para construir coches eléctricos en Ourense es una planta con una inversión necesaria de 24 millones de euros. De esa cantidad, la Xunta había comprometido, a través del plan Impulsa, once millones de euros. Según los últimos datos facilitados por representantes de Xero, la viabilidad del proyecto estaba pendiente de lograr inversores privados que aportasen unos seis millones de euros.
La instalación ansiada por la firma del Reino Unido se destinaría a la fabricación de un modelo de tres plazas (X-EV) con última tecnología y con una autonomía de 200 kilómetros. El precio estimado de venta para Europa sería de unos 18.000 euros más IVA.
Su puesta en marcha supondría un millar de empleos y su previsión sería la de fabricar 20.000 coches anuales. Entre las ubicaciones que se han barajado para la planta está la de Vilamarín.
Supondría unos mil puestos de trabajo y la producción de 200 coches al año