Los trabajadores recibieron un escrito esta semana con la decisión
18 ene 2013 . Actualizado a las 07:10 h.Los trabajadores del Parador de Verín siguen esperando. Las noticias oficiosas han sido muchas a lo largo del tiempo que llevan de vacaciones, pero pocos los datos concretos que han recibido de parte de la empresa. La última comunicación es de esta misma semana. Paradores envió al representante de los trabajadores, según comentaron ayer los afectados, un escrito en el que ya se especifica cuáles serán los cuatro meses que tendrá que cerrar las puertas (del 11 de noviembre al 13 de marzo). Por lo tanto este año las puertas se abrirán el próximo 14 de marzo, coincidiendo con la celebración de la Semana Santa. Los quince trabajadores afectados creían, sin embargo, que la apertura sería el próximo mes de febrero, coincidiendo con la celebración del entroido.
«Eles fan uns cálculos xerais e pensan que é mellor abrir en Semana Santa xa que antes non hai demanda. Pero en Verín é diferente. Na época do entroido é cando máis xente temos no parador», explica el representante de los trabajadores, Ángel López. Es más, si al final no abriera sus puertas en quince días serían muchas las cancelaciones que habría que tramitar, ya que muchas personas reservan de un entroido para el siguiente, tanto habitaciones como plazas en el restaurante.
Los 15 trabajadores esperaban ayer noticias. Las definitivas. Llevan varios días de vacaciones pero aseguran que no han disfrutado. Afortunados, dicen, porque ya no se cierre el Parador, ahora esperan poder regresar cuando antes a su puesto de trabajo. «Dalgunha maneira sentímonos abandoados pola empresa, porque somos os últimos en enterarnos das cousas que se deciden e pasan», explica López. Sin embargo, aseguran estar infinitamente agradecidos a todas las personas que durante este tiempo les han apoyado. «A todos os que nos acompañaron o día da manifestación», subraya uno de ellos.
Mientras están ante el Parador, pasa un coche con turistas. Se para ante la puerta, mira y sigue su camino. «Seguro que viene a comer», dice una de las empleadas. De lo que casi están seguros es de que no se producirán despidos en Verín: «A plantilla é demasiado xusta» y también de la necesidad de hacer un lavado de cara en el establecimiento. «Nós xa levamos tempo dicindo que é necesario facer un cambio, que hai tempo que non se arranxa o parador e que é necesario para garantir o seu futuro e atraer á xente», explican, ilusionados por volver a trabajar.