Un administrador concursal gestionará su actual estado de insolvencia
24 mar 2013 . Actualizado a las 07:25 h.Prácticamente una semana ha estado sin agua el Pazo de Ramirás, ese oasis que en no pocos momentos fue símbolo del desarrollo y la pujanza económica de Ourense. No solo está en concurso de acreedores el otrora elitista Club Tenis, como lo están empresas de peso en la reciente historia de la provincia, sino que entre sus socios andan a palos. La propiedad de los terrenos, con las disputas de lindes como tópico, parecían reservadas a entornos rurales. Aquí, en un momento en el que los desahucios se han convertido en el pan de cada día, signo de la crisis económica, el Club Tenis y la comunidad de propietarios de las parcelas del privilegiado espacio donde está ubicado el pazo de Ramirás, enrarecen sus relaciones cada día un poco más. Lo último ha sido un corte de suministro de agua a las instalaciones del pazo, revocado judicialmente.
El Club Tenis está económicamente ahogado. Es insolvente. Haber acudido al juzgado para acogerse de manera voluntaria al concurso de acreedores, esa figura que todo el mundo sigue conociendo como suspensión de pagos, marca el punto de inflexión. Reconoce el club una deuda de 577.000 euros, fundamentalmente debido al crédito hipotecario que soporta sobre los locales que ocupa en la avenida de La Habana, 25.
El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Ourense ya ha declarado formalmente el concurso, al constatar la titular el estado de insolvencia de esta sociedad deportiva y cultural, que no ha solicitado la liquidación de su patrimonio. Designado el economista Damián Lucio Juan como administrador concursal, a la directiva que preside el abogado Wilson Jones le queda poco margen de maniobra. Si las deudas son un problema, seguramente el primero, no es el único obstáculo que tiene por delante el Club Tenis.
El corte del suministro de agua a las instalaciones del pazo de Ramirás, que se mantuvo entre el sábado de la pasada semana y anteayer, viernes, evidenció esta semana que la directiva del club tiene varios conflictos abiertos. La distancia con la comunidad de propietarios de los terrenos donde está ubicado el pazo y sus instalaciones deportivas, con José Manuel González como presidente, se ha ido agrandando desde el pasado verano.