
Dentro de un mes se jubila después de más de 40 años en la residencia
14 ago 2013 . Actualizado a las 22:54 h.Pilar Rodríguez Carnero es auxiliar administrativa y secretaria del bloque quirúrgico del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y en un mes se jubila. Con más de 44 años de trabajo en la residencia, Pilar es la memoria viva de muchos cambios, de grandes transformaciones y del paso de los mejores profesionales. «Podría escribir un libro», asegura.
Con 18 años, y por oposición, entró a trabajar. Primero en admisión y cuatro años después en el servicio traumatología, en donde pasó la mayor parte de su vida. «Me cambiaron -corría el año 1973- pensando en castigarme, pero me hicieron un favor. Entonces todo el mundo temía al jefe del servicio de traumatología. Sin embargo para mi fue fantástico, como todos los que pasaron después. Puedo presumir de haber estado siempre muy arropada y haber sido muy querida por mis compañeros», relata. Resulta imposible conocer el número de compañeros con los que ha trabajado y menos el de pacientes. Pero sí guarda un gran número de anécdotas. Recuerda cuando por imposición se le obligó a llevar un uniforme que incluían unos zapatos imposibles de llevar. «Eran duros como una piedra. Yo me negué a llevarlos y recibí alguna reprimenda. Al final nos los quitaron», relata. También cuenta, entre risas, cuando estuvieron hospitalizados en la residencia los dos perros de un director, que era militar. «Estaban en una habitación cada uno en una cama». Destaca como momento más triste la muerte del doctor Conde Corbal y no sabe elegir entre los más alegres. «Nunca me molestó levantarme y venir a trabajar. He sido muy feliz, pero ahora ya no es lo mismo».
Para Pilar Rodríguez la mayor revolución en el hospital vino cuando se pasó del Insalud al Sergas. «Empezaron a crearse varias direcciones. Todo se revolucionó. Pero se hizo más operativo». También llegaron los ordenadores. «Nos resultó muy difícil acostumbrarnos. Hay que pensar que escribíamos a máquina. Pero luego facilitó el trabajo y hoy en día es imprescindible», dice.
Pero los cambios, tanto tecnológicos como operativos, tuvieron otras consecuencias negativas. «Antes todo era mas humano. Ahora no conoces a la mitad de la gente. Se ha deshumanizado», dice apenada. Quizás regrese algún día tras su jubilación, de visita, a la que ha sido durante 40 años su casa, pero de momento asegura que en Ourense en fácil encontrarse a la gente por la calle. A Pilar Rodríguez le gustaría que sus compañeros la recordaran como «una buena persona y con cariño». A segura que si regresara a 1969, el año en el que llegó a la residencia, hubiera hecho lo mismo. No cambiaría nada. «Ahora ya me apetece hacer otras cosas», finaliza.
pilar rodríguez carnero
65 años
Auxiliar administrativa y secretaria del bloque quirúrgico del CHUO
«En la residencia he pasado más de cuarenta años. He visto pasar a mucha gente»