Una empresa contratada por la Xunta derribó en días pasados una vivienda unifamiliar en Vilamartín de Valdeorras. La casa, situada en suelo rústico, no contaba con licencia, y sobre ella pesaba una orden de demolición que la Axencia pola Legalidade Urbanística finalmente hizo efectiva. Para ello se contrató a una empresa especializada, que cobró por el trabajo más de 17.000 euros.
La Xunta optó por esta medida después de que el propietario del inmueble ?situado en la zona del Porto do Barca, a orillas del río Sil? incumpliese la orden de hacerlo por sus propios medios.
La orden de derribo pesa sobre varias viviendas en el Concello de Vilamartín, aunque todas ellas (salvo la arriba citada) serán legalizables si se aprueba de manera definitiva el Plan Xeral de Urbanismo. Desde el gobierno local confiaban, según explicaron en el pleno de esta misma semana, que el trámite pueda estar resuelto a lo largo de este mes. El PXOM fue aprobado de manera inicial por el pleno municipal en septiembre. Ahora resta el visto bueno de la Xunta.