La Universidad Laboral se despertó ayer con una asombrosa noticia. La desaparición de un cuadro del vestíbulo y el asesinato de la persona que vigila el centro educativo. Comenzaba así una historia de intriga en la que no faltó la policía científica y secreta, el forense y los medios de comunicación. El ladrón y asesino dejó varios rastros antes de huir. Acertijos que tendrán que ir desgranando poco a poco los alumnos a través de pistas que se dejarán en un tablón de anuncios y que llevarán a descubrir el paradero del cuadro, seguramente antes de Navidad. El nombre del ladrón quedará para más tarde. Con este simulacro dio comienzo ayer el nuevo curso del club de lectura de la Universidad Laboral que este año dedican a la novela de intriga, crímenes y delitos. Un centenar de alumnos, divididos por edades, se introducirán en historias como Sete Caveiras de Elena Gallego, Liquidación final de Petros Markaris y Divina de la muerte de Jorge Emilio Bóveda, este último sobre un asesinato en el centro comercial de Ourense. La historia acaba de comenzar. La intriga seguirá presente en la Laboral y el resultado dependerá de la perspicacia de sus alumnos.