Los bocadillos volvieron ayer al patio del colegio Tomás de Lemos de Ribadavia. Es la segunda jornada de reivindicación impulsada por la asociación de madres y padres en protesta por lo que califican de mal servicio de cáterin. El AMPA pide que la cocina del centro, que funciona para servir el menú de los alumnos de primaria, atienda también a los de secundaria puesto que todos comen en el mismo comedor.
Para unificar criterios y adoptar las medidas oportunas, el AMPA ha convocado a las familias de los alumnos afectados a una asamblea el próximo jueves, a las 8 de la tarde, en el colegio.
Comer de bocadillo, explica Antonia Reboredo, portavoz del AMPA, es un gesto simbólico «pero non pode asentarse porque non é unha alimentación adecuada para os rapaces. Queremos que as familias se pronuncien e tomar decisións». Reboredo considera irracional que los alumnos del colegio reciban distinto tipo de comida en función de si están en primaria o en secundaria. Los primeros comen el menú que elabora en la cocina del centro personal propio. Los de ESO, sin embargo, comparten comedor pero no plato: «Para estes rapaces, que van ao comedor só un día á semana porque é cando teñen clases pola tarde, igual que os de bacharelato, a Xunta ofrécelles un cáterin que este ano non cumpre cos mínimos de calidade».
De hecho, abunda, muchos alumnos piden permiso para salir a mediodía y comer fuera: «Son moitos os que están xunto ao supermercado ou en bares próximos comendo bocadillos ou menús do día porque a comida do cáterin non a aceptan. Moitos pasan de 6º de primaria, de comer unha boa comida feita na cociña do colexio, e chegan a 1º ESO e encóntranse con isto». Si la calidad fuese suficiente, argumenta Reboredo, «serían moitos máis os que se apuntarían ao comedor».
El Tomás de Lemos ofrece infantil, primaria y ESO para estudiantes de Ribadavia; en el edificio contiguo, del instituto O Ribeiro, cursan ESO alumnos del resto de la comarca y Bachillerato, los de todo O Ribeiro.
El BNG pide diálogo
El grupo municipal del BNG en Ribadavia demanda soluciones a la Xunta porque, dice en un comunicado, «a problemática do comedor non é a anécdota que a Consellería pretende ignorar como se non existira». También en Manzaneda y Celanova rechazan esta misma situación.
La protesta de ayer en el Tomás de Lemos, interpreta el BNG, «é a constatación de que a Consellería non está a achegar solucións, nin sequera a dialogar coa comunidade escolar».