Los resultados son «alarmantes», dice Carmen García, portavoz del colectivo Salvemos o Támega. A mediados de septiembre denunciaron un nuevo vertido que teñía de gris el río a su paso por Laza y entonces anunciaron que encargarían análisis para saber la calidad del agua. Pues bien, ese examen ya se ha realizado y las conclusiones revelan una elevada contaminación. «Supérase en 700 veces o permitido para arsénico e en 1.900 o máximo de plomo», apunta Carmen García.
Los análisis se encargaron a una empresa especializada cuyo nombre no ha querido hace público el colectivo. Según dicen, se tomaron muestras y se sometieron a análisis físico-químicos para detectar la presencia de aluminio, antimonio, hierro, sulfatos y aceites y grasas, arsénico y plomo. La conclusión del informe es que los niveles de esos dos últimos parámetros son «claramente superiores» a los establecidos en el Real Decreto 60/2011 sobre las normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas. Los resultados, dice el documento, «pueden ser considerados indicadores de la presencia de productos derivados del cemento y aditivos utilizados en hormigón». No son, en todo caso, «sustancias propias de este ecosistema», apunta el informe, que recuerda que en el regato Felgueira está autorizado un vertido industrial para las obras del túnel del AVE de O Corno.
Precisamente, Salvemos o Támega centra sus sospechas en esa infraestructura porque antes de que comenzara a ejecutarse no se producían los episodios de contaminación de hoy en día, explica Carmen García. El colectivo, que censura que la Confederación Hidrográfica del Duero «non fai nin caso», pondrá los hechos en conocimiento de la Union Europea.