Luchan dos horas para sacar de un río de lodo a un anciano en O Barco

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

OURENSE

El hombre fue encontrado en Coedo (O Barco)
El hombre fue encontrado en Coedo (O Barco) cedida

El hombre, enfermo de Alzheimer, había desaparecido el miércoles

21 nov 2014 . Actualizado a las 08:00 h.

Entre aplausos de los numerosos curiosos que durante dos horas siguieron las labores de rescate terminó la desaparición de un vecino que había quedado atrapado en un río de lodo. Aplausos después de ver que había salido bien lo que para una familia de O Barco se había convertido en una pesadilla casi 20 horas antes. Aplausos en reconocimiento al esfuerzo realizado por los rescatadores, entre los que había bomberos, guardias civiles, miembros de Protección Civil y los propios hijos del señor, entre otros voluntarios.

Todo comenzó el miércoles sobre las once de la noche. Paco Arias, un vecino de Viloira de 78 años y enfermo de Alzheimer, salió del bar que regenta uno de sus hijos. Su familia pensó que iba al asador situado en el edificio contiguo, también propiedad de la familia, pero no fue así. Descubierta su falta apenas unos minutos después, comenzaron a buscarle. Pronto se unieron los vecinos, y también la Guardia Civil, rastreando las calles de Viloira y también la zona del río Sil. Nada.

La búsqueda continuaba por la mañana, con más efectivos. Se unían los GES de O Barco y Protección Civil, y, poco más tarde, el helicóptero de la Guardia Civil, el equipo de montaña y la unidad canina. Se volvió a mirar por Viloira, por si el hombre se habría resguardado en algún lugar para pasar una noche que fue especialmente lluviosa; y se amplió la búsqueda hacia la zona del río, llegando hasta el polígono de A Raña, en la otra punta del casco urbano. Nada. También se incluyó como un posible lugar Alberguería, el pueblo inundado bajo un embalse en A Veiga, de donde es oriundo el hombre; por si el Alzheimer le hubiese llevado a algún lugar de la infancia. Nada. Hasta que, pasadas las cinco de la tarde, un vecino que paseaba por Coedo, a unos kilómetros de su casa, en dirección a Carballeda de Valdeorras, lo encontró.

El hombre estaba semienterrado en un río de lodo de pizarra, lo que en Valdeorras se conoce como «nata». Es la densa capa que se crea cuando el polvo de pizarra se une con el agua, una masa densa muy resbaladiza y de la que, una vez dentro, es muy difícil salir. Contaban los vecinos que cuando le encontraron Paco Arias estaba removiendo el lodo, sin mostrarse preocupado. Estaba desorientado, pero respondía cuando se le hablaba.

Fue el vecino quien dio la voz de alarma, y se montó entonces el dispositivo para el rescate. Parecía que la pesadilla había acabado. Hasta el lugar se desplazaron varias ambulancias del 061, entre ellas la todoterreno, para poder acercarse a la zona donde estaba el hombre. Parecía que iba a ser rápido su traslado al hospital, pero no fue así. Dos horas más de angustia tuvieron que sufrir familiares y amigos. El hombre estaba enterrado hasta más arriba de la cintura, sin la chaqueta con la que había salido de casa. Y sacarlo no se tornó fácil. Cerca de una decena de personas se afanaron en quitar lodo, de buscar la manera de poder desenterrarle. La noche iba cayendo y no era posible. Cada intento venía acompañado de gritos de dolor del hombre, atrapado por la «nata». Hubo que recurrir a la luz artificial mientras se trataba de rescatar al hombre. Y continuaban sacando lodo de su alrededor, hasta que consiguieron colocarle las cuerdas de rescate con las que, finalmente, fue posible, con cuidado, arrancarle del lodo. Colocado en la camilla, los primeros aplausos. Una vez estabilizado, a la ambulancia. Aplausos.