La Real Banda y la Coral de Ruada celebraron sus conciertos navideños y varias bandas de rock participaron en un festival benéfico
28 dic 2014 . Actualizado a las 05:10 h.Las fiestas navideñas reactivan la oferta cultural en Ourense y ayer se celebraron a todo ritmo gracias a tres citas musicales. Dos de ellas se han convertido en toda una tradición para los ourenseanos en estas fechas. Otra es una incorporación que se estrenaba este año y que ofrecía un estilo radicalmente diferente. Todas animaron de una u otra forma la tarde del sábado en la capital ourensana.
Como es habitual, la Coral de Ruada celebró su concierto de Navidad en la catedral. No faltaron, lógicamente, los villancicos locales más tradicionales así como otras composiciones típicas de estas fechas en países europeos. Para quien no pudiese asistir, habrá otra oportunidad para escuchar a la más reconocida de las corales ourensanas, en este caso con el también tradicional Concerto de Reis en la iglesia de Santiago das Caldas, en el barrio de A Ponte. Será el día 3 a las 19.45 horas.
Tampoco faltaron los villancicos ayer en la actuación navideña de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense. Este espectáculo, al contrario del que celebra la Coral de Ruada, tiene carácter itinerante y el lugar elegido este año fue la Colegiata de Santa María de Xunqueira de Ambía. La agrupación dirigida por Xosé Lois Foxo contó en esta ocasión con el acompañamiento y el toque fadista de María do Ceo, así como con la colaboración del actor Fernado Gavelo y del organista de la catedral ourensana, Manuel Rey Olleros. La cita sirvió, además, para homenajear a la cantareira Corona Borrajo Blanco, aprovechando que nació en Xunqueira de Ambía, concretamente en Areás, en la parroquia de Armariz.
Navideño por los buenos deseos también fue el festival solidario a favor del Banco de Alimentos «Rock for Food». Organizado por el grupo ourensano AcidProyect, también actuaron Amenaza de Muerte (de Malpica), Demon Road (de Ourense) y Jhonny 3 Pasos (de Ribadavia). Para entrar era necesario aportar al menos dos kilos de alimentos no perecederos. El lema estaba claro: Rock a cambio de comida.