Un mismo ciudadano portugués, insolvente en España y recluido en una prisión lusa por otro asunto, recibió sin saberlo 55 multas por exceso de velocidad
18 dic 2015 . Actualizado a las 17:08 h.Una investigación de la Guardia Civil, iniciada el pasado mes de junio en colaboración con la jefatura de Tráfico de Ourense, ha permitido identificar a varias personas por su presunta relación con una práctica orientada a evitar sanciones de tráfico y pérdida de puntos. Las pesquisas de los agentes del GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) de Ourense permitieron comprobar que desde el año 2009 aparecía como conductor sancionado un ciudadano portugués a quien se adjudicaba una dirección de Lalín.
Al ser insolvente en España el conductor identificado por los propietarios a quienes les llegaba la notificación de sanción por exceso de velocidad, los expedientes de Tráfico no daban resultado alguno. Por un lado, constaba formalmente como que el denunciado recibía la notificación, al recogerla las personas que residían en la dirección de Lalín, mientras que, en la fase última, cuando la Agencia Tributaria intentaba cobrar la multa por la vía del embargo, no encontraba donde hacerlo.
Una vez comprobado que en medio centenar de casos aparecía como conductor un ciudadano portugués con un domicilio de Lalín, siguieron investigando, hasta dar con el resultado ahora conocido.
En la operación radar, según informó esta mañana la Guardia Civil, «en la provincia de Ourense se detectaron 37 expedientes por multas de tráfico (controles fijos de velocidad), en las que, no siendo parado el vehículo en el momento de cometerse la infracción, los propietarios de los vehículos implicados tenían la obligación, cuando recibían la notificación en su domicilio, de identificar al conductor». En todos los casos investigados, con el fin de eludir el pago de la multa y evitar la pérdida de puntos, «los implicados identificaron a un mismo conductor, que se trataba de un ciudadano portugués con domicilio en Lalín». En el domicilio vivía una familia que, según constató la Guardia Civil, «cuando llegaba la notificación de Correos con la sanción, la recogían». El destinatario estaba ingresado en un centro penitenciario de Portugal cuando lo localizaron desde el GIAT de Ourense. Era, según la información que transmitió, totalmente ajeno a la operación.
El nexo en común del caso era «un taller de compra venta de vehículos, que les orientaba para evadir pagar las multas, en algunos de los casos se quedaba con el importe de la multa y les daba los datos del conductor portugués, para evitar la retirada de puntos; y en otros solo les informaba de los datos del conductor», según informa la Guardia Civil.
Entre las personas implicadas investigadas, se encuentra el propietario del taller, tres residentes del domicilio de Lalín, donde llegaban las notificaciones y varios propietarios de los vehículos sancionados.
El total de la cuantía de las sanciones que nunca llegó a abonarse asciende a unos 12.000 euros.
Esta investigación se extendió a las cuatro provincias gallegas, determinándose como puntos neurálgicos las localidades de O Carballiño en Ourense y Lalín en Pontevedra, al detectar 55 expedientes en los que se identifcaba como conductor responsable a la misma persona, de nacionalidad portuguesa.