Reclaman al acusado de un robo frustrado la limpieza del coche que manchó la policía

La Voz

OURENSE

El implicado había sido retenido en el interior del vehículo a la espera de las fuerzas de seguridad

24 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Christian R. R. no le reclaman la devolución de efectos robados en el interior del coche al que entró por la fuerza el día 23 de julio del 2014. En realidad, no logró llevarse nada, pero fue detenido cuando estaba en el interior del turismo, por lo que, tras una noche en los calabozos policiales, pasó a disposición judicial. Se le acusa de un delito de robo en grado de tentativa y de una falta de lesiones, pues, mientras el frustrado ladrón estaba en el interior del coche y el dueño del vehículo se esforzaba por retenerlo, en el forcejeo sufrió un arañado el propietario del vehículo.

Se celebró ayer el juicio. El acusado no asistió. Tampoco era legalmente necesario. La fiscalía mantuvo su relato de hecho y también la petición de condena, que incluye una factura por la limpieza del turismo que asciende a 24,20 euros. La pagó el dueño, según ha explicado, puesto que la actuación policial para trata de localizar huellas en el interior del vehículo lo había dejado todo perdido, sucio y pegajoso. El perjudicado no reclama nada más, entre otros motivos porque nada le llevaron. Ni siquiera las gafas de sol que, al parecer, el acusado tenía en su poder cuando fue descubierto, por lo que no llegó a hacerlas suyas.

Al margen de los seis meses de prisión que la fiscalía solicita como condena para el imputado, la compañía aseguradora del coche reclama más de mil euros, correspondientes al arreglo del coche y al dinero con el que indemnizaron al conductor por las lesiones. Consistieron las heridas en dos erosiones en las manos, de las que tardó en curar veinte días, de los cuales dos fueron impeditivos y precisó asistencia médica.

El Sergas, por su parte, también se personó en la causa para reclamar el cobro de 256,87 euros correspondientes a la asistencia que precisó el lesionado.

Puerta forzada

Para acceder al coche, el joven había utilizado una llave de puerta blindada convenientemente limada para ser utilizada para este fin. Las llaves que portaba se las había retirado la policía al ser identificado y las había recuperado al día siguiente, tras cumplir el trámite de pasar a disposición judicial.

El suceso que da origen a esta causa, ahora solo pendiente de sentencia, se produjo poco antes de las once de la noche en la calle Ervedelo, donde estaba aparcado un turismo Peugeot. Forzada la puerta del coche y ya en el interior el ahora acusado, el dueño del turismo fue advertido por un transeúnte sobre lo que estaba ocurriendo. El propietario del coche, al comprobar la situación, mantuvo la puerta cerrada desde el exterior, impidió la salida al ladrón y consiguió, de ese modo, que la policía lo detuviera.

Con posterioridad, cambió por seguridad la cerradura del coche.