Descubren una estatua menhir de hace 4.000 años en un monte de Laza

LAZA

La piedra de la Edad de Bronce, de granito y de dos metros de altura, permanece erguida en un paraje de difícil acceso 

11 abr 2015 . Actualizado a las 16:24 h.

El etnógrafo ourensano Bruno Rúa encontró hace días en una toxeira de Laza una estatua menhir cuya antigüedad podría remontarse a la Edad de Bronce, entre tres y cuatro mil años atrás. La piedra se ubica en Rebordiño, un paraje de la parroquia de Soutelo Verde, muy cerca del lugar castrexo conocido como Castro dos Mouros.

La pieza mide más de dos metros de alto por setenta centímetros de ancho y tiene un perímetro de más de un metro. De granito, presenta la llamada «forma cabeza» un intento de reproducir la figura humana con los brazos pegados al cuerpo. La cercanía del menhir al castro celta podría sugerir la posible existencia de un asentamiento poblacional muy antiguo en eses punto, algo que debería ser investigado adecuadamente a partir de este descubrimiento, según este investigador. Rúa indica que, a diferencia de otros casos, este menhir estaba erguido, no enterrado o caído como otros hallados en la provincia. El experto defiende que «hay que ser prudentes hasta que se realice el adecuado análisis arqueológico, pero varios especialistas ya han verificado que se trata de un elemento de gran valor, desde luego de la Edad de Bronce. Es un hallazgo muy singular que se une al enorme patrimonio histórico y arqueológico, aún por descubrir y promocionar, de la zona del Alto Támega».

El etnógrafo, que escribió un libro sobre el patrimonio arquitectónico de la comarca verinense, considera que «pese a que, seguramente lleva miles de años allí, no era fácil descubrirla por estar en un lugar apartado, lleno de toxos. Otra de las peculiaridades de la estatua menhir es que es de mayores dimensiones que, por ejemplo, la estatua hallada en Vilar de Santos, que está en el Museo Arqueológico de Ourense».

El responsable provincial de Patrimonio Histórico, Alfredo Seara, confirma que la Consellería de Educación y Cultura tiene constancia oficial de este hallazgo, pero matiza que «debemos ser cautos. Podría ser una pieza de importancia, pero aún no hemos podido realizar el preceptivo estudio sobre el terreno y es muy aventurado en este momento hacer cualquier valoración en profundidad sobre su trascendencia». Tampoco quiere conjeturar sobre un hipotético traslado de esa pieza al Museo Arqueológico en el futuro. «Eso sería hablar por hablar. Lo prioritario es analizar esa piedra y lo haremos en cuanto sea posible, ya que tenemos una carga de trabajo importante y muchos vestigios que valorar en esta provincia», señala.

Un centenar de petroglifos

El hallazgo se produce en una zona en la que Rúa ha descubierto más de un centenar de petroglifos en los últimos años. De hecho, en un lugar concreto se han llegado a contabilizar hasta 78 de estas inscripciones en piedra en un terreno de poco más de dos hectáreas, algo que por sí solo ya convierte a O Val de Monterrei en un lugar de gran relevancia arqueológica.