Marca distancias con los escándalos de Madrid
14 feb 2013 . Actualizado a las 12:26 h.Los casos de corrupción que salpican al Partido Popular cargaron ayer de munición a la oposición parlamentaria en Galicia, que la aprovechó para ponerse en línea y disparar contra Alberto Núñez Feijoo con asuntos como el caso Bárcenas, el escándalo de las contrataciones de la Diputación de Ourense o las imputaciones del Concello de Santiago. El presidente de la Xunta aguantó la descarga, mostrando a la Xunta como «unha Administración limpa» y marcando distancias con la corrupción: «Casos como o do señor Bárcenas me repugnan», dijo Feijoo solemne, si bien evitó referirse a los otros asuntos que tocan más de cerca al PP gallego.
El mandatario autonómico respondió de este modo a Yolanda Díaz, viceportavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), en una sesión de control parlamentaria, la primera del año, capitalizada por los casos de corrupción, pese a que tanto el PSdeG como el BNG habían registrado preguntas para el presidente sobre las elevadas tasas de paro, que no dudaron en modificar sobre la marcha.
Pachi Vázquez abrió el debate con hostilidad, acusando a Feijoo de no asumir responsabilidades ni sobre el paro ni sobre la corrupción, las «dos verbas», dijo, que marcan el inicio del curso político. «Estase manchando o nome de Galicia», prosiguió el líder del PSdeG, con casos de corrupción que salpican al PP gallego, del que dijo que «está á cabeza das aportacións ilegais nos papeis de Bárcenas».
Tras Vázquez tomó la palabra el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, que sacó a relucir la escandalera de los enchufes en la Diputación de Ourense, a la vez que enfatizó que «o Concello de Santiago vai camiño de disputarlle a Marbella o récord de imputacións».
El indulto al banquero
Feijoo replicó a la oposición con munición a la carta, poniendo la sordina a los asuntos que atañen más directamente al PP gallego. A Pachi Vázquez lo contraatacó con el indulto del banquero Alfredo Sánchez, decidido por el Gobierno en funciones de Zapatero, y lo hizo aprovechando que justo detrás de él ocupa un escaño Francisco Caamaño, el exministro de Justicia que promovió aquel indulto enmendado ahora por el Supremo: «É moi fácil indultar aos banqueiros e despois ir coas vítimas das preferentes a manifestarse», recriminó Feijoo.
Y a las palabras de Jorquera pidiendo acabar con la «plutocracia» y las «portas xiratorias» entre la política y la empresa respondió Feijoo diciendo que él era consciente de los problemas de Galicia, y también del desempleo, porque «o paro afecta a moitas familias e tamén a moitos militantes do PP» que, a su juicio, «vivían incrédulos» al ver cómo el BNG apoyaba año tras año los Presupuestos Generales del Estado de Zapatero, contribuyendo al deterioro económico de España.
El debate tomó otro cariz con el último careo de la sesión de control, el que mantuvo Feijoo con Yolanda Díaz. La número dos de AGE también aludió, como el BNG, a las «portas xiratorias» entre la política y los negocios, que a su juicio son el foco de la corrupción. Y acto seguido pidió explicaciones a Feijoo tras enumerar la lista de escándalos e imputaciones que afectan al PPdeG, y que van desde el delegado de la Xunta en Ourense, hasta los contratos de la Diputación, pasando por las operaciones Campeón, Orquesta o Pokémon. «Recorte en corrupción», le exigió Díaz al presidente, instantes antes de presumir: «Esquerda Unida non ten ningún imputado».
El papel del «poli bo»
Pese a que Díaz comparó a Feijoo con el «poli bo» que había en las cárceles del franquismo y que le daba tabaco a los presos, le recordó que formaba parte del «mesmo sistema» que aquel otro «poli malo» que torturaba hasta la muerte. Y le recomendó que si quería ser «poli bo» debería pedir la dimisión de Mato y de Rajoy.
Feijoo marcó distancias con Bárcenas, diciendo que su caso le repugnaba, y contra Díaz se parapetó en Andalucía, donde cogobierna IU, y en el caso de los ERE. Y le recordó a la diputada que en su formación «pedían a dimisión do presidente de Andalucía e agora son o seu vicepresidente», zanjó.