Rajoy: «Quiero contar mi versión»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Rajoy, ayer en la rueda de prensa que ofreció junto al primer ministro rumano, Victor Ponta.
Rajoy, ayer en la rueda de prensa que ofreció junto al primer ministro rumano, Victor Ponta. PIERRE-PHILIPPE MARCOU < / span>Afp< / span>

El presidente cambia de criterio, cede a las presiones y evita la moción de censura del PSOE al solicitar una comparecencia voluntaria para «aclarar las dudas» sobre el caso Bárcenas

23 jul 2013 . Actualizado a las 13:05 h.

No habrá moción de censura. Rajoy cedió ayer ante quienes, en su partido, le aconsejaban que compareciera en el Parlamento para dar explicaciones sobre el caso Bárcenas y evitara así el daño a la imagen de España y a la estabilidad del Gobierno que habría supuesto una votación sobre su continuidad como presidente, por más que la tuviera ganada. Así enterró su discurso de hace unos días en que aseguraba que solo comparecería cuando hubiera «elementos nuevos».

Su idea era irse de vacaciones y enfriar la polémica. Pero la repercusión internacional de su negativa a dar explicaciones terminó por variar su criterio. En rueda de prensa junto al primer ministro rumano, Victor Ponta, justificó su petición de comparecencia para hacer balance de «la situación económica y política». Y no ocultó lo evidente. «También hablaré sobre la cuestión que le preocupa», dijo preguntado por Bárcenas. Sin embargo, el Gobierno registró en el Congreso a última hora de la tarde la solicitud a petición de Rajoy para «informar sobre la situación económica y política de España», sin hacer mención al tesorero. Así lo ratificó en su cuenta de Twitter: «He solicitado comparecer en el Congreso. Explicaré la situación política y económica y aclararé los temas que preocupan a la opinión pública».

La comparecencia se celebrará con toda probabilidad el próximo martes (o un día después) en una sesión extraordinaria. «Este es el momento adecuado para explicar en el Parlamento lo que se ha hecho hasta ahora y para que aclare dudas que legítimamente tienen muchos ciudadanos», señaló el líder del PP. «Es el sitio para dar explicaciones, allí quiero contar mi versión, que es necesaria al conjunto de los ciudadanos», añadió, en un discurso que entierra el que mantenía hasta ahora el PP alegando que acudir ahora al Parlamento suponía hacerle el juego a «un delincuente», en referencia a Bárcenas, al que Rajoy, una vez más, evitó nombrar.

El presidente eludió aclarar ayer por qué siguió enviando SMS al extesorero cuando ya conocía su enorme fortuna suiza, y aseguró que en su comparecencia dará «todas las explicaciones». Puso especial empeño en subrayar que su decisión no se debe «en absoluto» a la amenaza de una moción de censura cuya trascendencia minimizó al afirmar que se puede presentar una en cada período de sesiones de la legislatura.

Cuando en unos días Rubalcaba dé réplica a Rajoy le exigirá que «asuma responsabilidades y deje la presidencia del Gobierno», que dimita, sea cual sea la explicación que dé sobre financiación irregular o sobresueldos en negro, según adelantó el PSOE, que cree que, termine como termine la instrucción judicial, España no puede tener un presidente a merced de su tesorero. La oposición se felicita por haber arrastrado a Rajoy a la tribuna, pero exige «la verdad», no se conforma con «su versión». Por ello no renuncia a retomar la moción de censura.

En una línea similar, y con el fin de evitar que una mayoría absoluta impida en futuras ocasiones que el presidente comparezca en el hemiciclo si así lo demanda toda la oposición, el PSOE registró ayer una proposición de ley para la modificación del reglamento del Congreso.