Rajoy informó a Cospedal de su reunión con Bárcenas y Arenas para aclarar el finiquito del extesorero

Europa Press

ESPAÑA

Arenas declaró ante el juez Ruz que dicha reunión fue un encuentro «sin trascendencia» donde se hizo «un reconocimiento a la labor» de Bárcenas. Cospedal reconoció en su declaración que Rajoy le informó «ocho meses después»

05 sep 2013 . Actualizado a las 22:28 h.

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que conoció la reunión entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el extesorero Luis Bárcenas en la que se pactó la salida de este último de la formación por «el presidente». «Yo tuve conocimiento tiempo después, pero bastante tiempo después. No sé si me atrevería decir que por lo menos ocho meses o así pero, tiempo después», señala Cospedal según la transcripción de la declaración que realizó el pasado 14 de agosto en el marco de la causa en la que se investiga la supuesta contabilidad B del PP.

Cospedal concretó que en ese encuentro, que se celebró en marzo de 2010 en el despacho de Rajoy y en el que también participaron el exsecretario general Javier Arenas y la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, se trataron «las condiciones de salida» del exsenador y las que se le impusieron para «dejar su puesto de tesorero». Preguntada por si las condiciones en las que Bárcenas dejó el partido las marcó ella, la número 2 del PP contestó: «Yo, ni estuve en esa reunión ni nunca tuve ninguna relación más con él».

Niega haber controlado los ingresos del PP

«Ni llevaba, ni llevo, ni llevaré la gestión directa de los ingresos, de los gastos, ni de las donaciones» en el PP, testificó ante el juez del caso Bárcenas María Dolores de Cospedal, la secretaria general del partido, quien añadió que tampoco controló el dinero en efectivo. Cospedal señaló también que no tuvo conocimiento de la existencia de dinero en efectivo en la caja fuerte del gerente y que en la suya, como secretaria del partido, nunca hubo cantidades líquidas.

La secretaria general del PP asumió sin embargo en su declaración ante el juez del caso, Pablo Ruz, que ella ejerció las funciones de tesorera del partido, «más o menos», desde que en julio de 2009 Bárcenas dejó el cargo y hasta que en marzo de 2010 entró en el puesto el ex ministro de Sanidad y actual presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría.

En ese sentido, y como en la documentación que obra en la causa figuran diversas donaciones entregadas al partido en esos años, uno de los letrados de la acusación le preguntó por las entregas (que sumaron, según él, un total de 669.000 euros en 2009 y 537.000 euros en 2010).

Si coincide con el período de cinco meses o seis de 2009-2010 en el que ejercía de tesorera, respondió Cospedal, sin aceptar que las cifras citadas fueran necesariamente exactas, «serán donaciones que se ingresaban directamente, porque también se podían ingresar directamente por particulares en la cuenta, y de esas había muchísimas». Es decir, Cospedal declaró que aunque durante cinco meses fuera tesorera y durante ese período hubiera donaciones en la cuenta del partido, no tuvo conocimiento de ellas, porque no pasaron por tesorería. Además, Cospedal añadió que, una vez asumió las funciones de Secretaria General, tampoco supervisó nunca la labor de la tesorería, «ya que no tenía por qué hacerlo».

Un «reconocimiento» a su labor

El ex secretario general del PP Javier Arenas afirmó que la reunión con Mariano Rajoy en marzo de 2010 para pactar la salida del partido del extesorero Luis Bárcenas fue un encuentro «sin trascendencia política», sino «amistoso» en la que «se hacía un reconocimiento a una persona que llevaba muchos años trabajando profesionalmente en el Partido Popular». Según la transcripción de la declaración que prestó el pasado 14 de agosto ante el juez, Arenas reconoció que asistió a la reunión, celebrada meses después de que Bárcenas dejara en 2009 su cargo de tesorero por su imputación en el caso Gürtel.

El juez le recordó que en esa reunión, según declaró Bárcenas, se pactó que el extesorero seguiría cobrando su sueldo «sine die», conservaría un despacho en la planta tercera de la sede de la calle Génova, así como su secretaria y un coche con conductor. «Yo no recuerdo que se hablara de cuestiones económicas, sí se habló de su ubicación -creo recordar- en la tercera planta, no en un despacho justo al lado mío pero sí en una pequeña sala de junta que había en la tercera planta. También me suena que se hablara de la posible utilización de un coche del partido cuando lo necesitara, y en relación a sueldos o temas económicos, no recuerdo que se hablaran», dijo.