El expresidente del Gobierno cumple su sueño y compra una finca de un millón de euros
22 sep 2013 . Actualizado a las 21:30 h.«Prefiero morir apuñalado en el metro de Nueva York que de aburrimiento en las seguras calles de Moscú». Entre las bondades del capitalismo y la falta de oportunidades de la economía dirigida en la entonces Unión Soviética, Felipe González siempre lo tuvo claro. Y con esa célebre frase lo puso de manifiesto a comienzos de los años 80, recién aterrizado en la Moncloa, para disgusto de muchos socialistas que todavía se resistían al abandono de las tesis marxistas que él había forzado. Tras dejar el Gobierno, el expresidente tardó poco en demostrar que no hay contradicción entre ser socialdemócrata y hacerse rico en la economía de mercado. Fundando sociedades, creando fondos de capital riesgo, cobrando sus conferencias a precio de oro, convirtiéndose en consejero de Gas Natural e incluso asesorando al mexicano Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, González ha conseguido reunir un capital que, sin ser escandaloso, le permite disfrutar de una vida social desahogada y muy distante de la que conoció de niño en el barrio sevillano de Bellavista, en donde su padre regentaba una lechería. En los últimos días, ha hecho realidad su último sueño, que lo sitúa ya por encima de la burguesía acomodada y lo acerca a la alta sociedad. Según desveló el semanario La Otra Crónica, el expresidente del Gobierno se ha comprado una finca de 120 hectáreas en la sierra de Guadalupe (Cáceres) valorada en un millón de euros.
La extensión de tierra, en la que abunda la caza y en la que González piensa jubilarse junto a su segunda esposa, Mar García Vaquero, se llama El Penitencial. Y una de sus primeras tareas será cambiar el incómodo nombre. Se trata de un terreno ubicado dentro de en una finca de más de 2.000 hectáreas denominada El Común, propiedad del constructor Joaquín Vázquez Alonso, amigo del expresidente. González ha acudido en numerosas ocasiones, dicen que solo como espectador, a las cacerías que organiza allí Vázquez Alonso y que son una excusa para celebrar reuniones sociales al más alto nivel. Entre los invitados que han pasado por El Común se encuentran el rey Juan Carlos, buen amigo también del constructor, el exbanquero Mario Conde o las hermanas Koplowitz. González, de 70 años, tiene una intensa vida social, fruto de su relación con Mar García Vaquero, 20 años más joven y hermana de la mujer del empresario Pedro Trapote, dueño ente otros muchos negocios de la discoteca Joy Eslava y con muy buena relación con el exlíder del PSOE. El grupo ha sido fotografiado en varias ocasiones en lujosos hoteles y embarcaciones.
Dentro de El Penitencial se ubica una casa de 600 metros cuadrados dividida en dos plantas y en desuso desde hace años, que Felipe González se dispone a rehabilitar. El proyecto está en marcha hace tiempo porque, según las informaciones publicadas, Vázquez pidió la regularización de ese inmueble en el 2012. Y el pasado mes de julio se solicitó formalmente la licencia de obras. Aunque esta gestión no se ha hecho a nombre de González, sino de la finca El Común, la solicitud al Ayuntamiento de Alía, en el que también se enmarca la finca, para la construcción de una línea eléctrica en el terreno figura a nombre de Ialcon Consultoría S. L., la próspera sociedad familiar con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid) de la que el el expresidente posee el 78 % de las acciones. El resto están en manos de sus hijos Pablo, David y María, administradora de la firma.
A pesar del millón de euros que González habría desembolsado para hacerse con El Penitencial, el exjefe del Ejecutivo no atraviesa precisamente su mejor momento económico. El pasado mes de mayo se vio obligado a cerrar la firma de capital riesgo Tagua Capital, que había fundado en el 2011 con el objetivo de captar fondos de inversión en sectores como salud, energía y tecnologías de la información. La sociedad no consiguió crear un solo fondo y, tras registrar pérdidas superiores a los 700.000 euros, el proyecto se cerró. Tagua Capital se ha reconvertido ahora en una sociedad mercantil convencional cuyo objeto social es la búsqueda de oportunidades en el sector inmobiliario.
¿De dónde sale entonces el millón de euros para comprar la finca? De varias fuentes. Ialcon Consultoría obtuvo un beneficio de 220.000 euros en el 2012, después de facturar 586.000 euros. Además, González es consejero independiente de Gas Natural, que el año pasado le pagó 164.000 euros por ir a doce reuniones. Su caché como conferenciante supera los 80.000 euros, y no le faltan ofertas. Lo que cobra por asesorar a Slim se desconoce.