Feijoo pide para octubre el primer debate de la legislatura sobre el estado de la autonomía

M. Cheda

ESPAÑA

El presidente de la Xunta carga contra el «pesimismo» y la «radicalización» de la política gallega, y aventura para el 2014 menos paro y crecimiento económico

23 sep 2013 . Actualizado a las 23:54 h.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha avanzado esta mañana en Santiago que acaba de solicitar la celebración en el Parlamento de Galicia del primer debate de la legislatura 2012-2016 sobre el estado de la autonomía. Tendrá lugar, de acuerdo con sus intenciones, en octubre, más o menos un año después de las últimas elecciones autonómicas, las del 21-O.

El jefe del Ejecutivo ha realizado este anuncio en el marco de un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. «Quero contar coa colaboración dos grupos da oposición», ha dicho en ese mismo contexto. Cuando llegue el citado debate habrán transcurrido 19 meses desde la celebración del anterior de esas características, en marzo del 2012.

El mandatario popular ha calificado de «oportuno» ese inminente repaso en la Cámara a la actualidad gallega. Cree que servirá, ha sostenido, para superar «a falta de credibilidade dos políticos [...] que afecta a todos os partidos», la «radicalización» de la política autonómica y la «visión pesimista que se ofrece desde determinados eidos». En el hemiciclo, ha aseverado, augurará que el paro bajará en el 2014 y la economía, al fin, crecerá.

En su discurso previo, Feijoo ha presumido de sus podas en el árbol institucional: de consellerías, de altos cargos, de «chiringuitos», de gasto corriente... Asimismo, ha alabado la «responsabilidade» de los funcionarios, a los que en el 2014 mantendrá la actual rebaja salarial media del 4 %, y de la sociedad civil, que ejemplarmente encaja los «esforzos», o sea, los recortes de la inversión pública. «Galicia -ha sentenciado- ten respondido ante a crise dun xeito que para si querrerían moitas comunidades».

En paralelo, el presidente de la Xunta ha defendido su política fiscal, sin subidas de impuestos como las de Cataluña, y su «compromiso» con el gasto social. Logros ambos que ha atribuido al rigor en las cuentas de la Administración. También ha vuelto a aplaudir el sistema de extinción de incendios.