Los populares ganan por dos escaños a los socialistas con solo el 26 % de los sufragios
26 may 2014 . Actualizado a las 15:59 h.Descalabro histórico del bipartidismo en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron ayer, en las que la suma de los dos grandes partidos no alcanza siquiera la mitad de los votos, cuando en el 2009 superaron el 80 %. Populares y socialistas se dejan más de cinco millones de votos, 17 escaños y 31 puntos porcentuales respecto a los comicios europeos de hace cinco años. Entre ambos acaparan solo 7,5 millones de papeletas, dos millones por debajo de la peor cifra histórica en unos comicios europeos.
El PP logra una victoria muy ajustada con el 26 % de los votos, 16 escaños y poco más de cuatro millones de votos, 16 puntos, 8 eurodiputados y 2,6 millones de papeletas menos que en el 2009. El desplome respecto a las elecciones generales de noviembre del 2011 es de 18,5 puntos.
El desgaste después de casi dos años y medio en el poder le pasa factura, lo que se traduce en un importante voto de castigo. El mensaje de la recuperación económica, principal argumento de Mariano Rajoy y Miguel Arias Cañete durante la campaña, no cala lo suficiente en el potencial electoral popular, aunque le sirve al menos para ganar por dos escaños a su principal adversario. Todavía es pronto para saber qué influencia ha tenido el comentario machista del candidato popular en el resultado. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, resaltó que solo en España y Alemania han ganado los partidos en el poder y justificó el voto de castigo sufrido por su partido por las duras medidas que ha tenido que adoptar el Gobierno.
Hundimiento socialista
Los socialistas se hunden con el peor resultado de su historia y obtienen el 23 %, 14 escaños y 3,5 millones de sufragios, 15,8 puntos, 9 escaños y 2,6 millones de votos por debajo de sus resultados de hace cinco años y cinco puntos y medio menos que en las generales, que ya fueron un desastre sin precedentes.
El liderazgo al frente del PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba queda pulverizado, lo que podría acelerar el proceso de primarias previsto para noviembre e incluso la renovación en la dirección del partido. Elena Valenciano admitió el fracaso: «Los resultados son malos y duros». Rubalcaba no dio la cara en la amarga noche electoral. Tampoco apareció el presidente del Gobierno.
En tercer lugar se sitúa Izquierda Unida, con el 10 %, 1,5 millones de votos y seis diputados, un importante ascenso de cuatro escaños respecto al 2009. Pero la gran sorpresa de la jornada es Podemos, la nueva formación de izquierdas creada hace apenas cuatro meses, liderada por el mediático tertuliano y profesor universitario Pablo Iglesias, que se convierte en la cuarta fuerza política con cinco europarlamentarios y el 7,9 % de las papeletas. Su irrupción en la Comunidad de Madrid resulta espectacular, ya que es el tercer partido con el 11,2 %, por delante de su gran competidor, Izquierda Unida.
UPyD también sube, con el 6,4 % de los votos y 4 escaños, tres más de los que tenía. También entran en el Parlamento Europeo Coalición por Europa (3), ERC (2), Ciudadanos (2), Los Pueblos Deciden (1) y Primavera Europea (1). Vox, la escisión del PP por la derecha se queda fuera. La abstención fue muy elevada, 54,42 %, aunque siete décimas inferior que en el 2009.
Pero junto al batacazo del bipartidismo el otro aspecto a resaltar de los comicios es la histórica victoria de ERC en Cataluña, la primera desde los tiempos de la Segunda República, con el 23,6 % y 590.000 sufragios, sobrepasando a CiU, que se queda en el 21,8 % y 545.000 votos.
Estos dos partidos independentistas plantearon las elecciones europeas como una suerte de primera vuelta o ensayo de la consulta prevista para el 9 de noviembre. El bloque de partidos soberanistas -CiU, ERC e ICV- suman el 55 % de los votos frente al 38 % que consiguieron en las anteriores europeas. En tercer lugar se sitúa el PSC, que se da un batacazo al bajar al 14,2 %, después de haber ganado con gran autoridad en el 2009, mientras el PP es la quinta fuerza y no llega siquiera al 10 %. Significativamente, la eclosión independentista hace subir la participación diez puntos.