Desde el lunes, un grupo de bomberos pontevedreses se forman, tanto a nivel teórico como práctico, en el apuntalamiento de toda clase de estructuras. Los funcionarios cuentan con el asesoramiento de varios monitores, entre los que se encuentra el sevillano Manolo Piniella, quien explicó que los apuntalamientos y apeos son fundamentales «en caso de incendios y hay que apuntalar el techo de una vivienda o bien existe riesgo de derrumbe de una zanja con peligro de que quede atrapada alguna persona».
Aunque asumió que «normalmente no se hacen muchos apuntalamientos por parte de bomberos», defendió que es conocimiento necesario y que puede ser de mucha utilidad: «Imagina que vamos a una parroquia donde hay una casa ardiendo y el fuego ha afectado a las vigas de madera. Pues antes de retirarnos una vez sofocado el incendio, lo normal es que se asegure la zona y para tenemos que tener unos conocimientos mínimos».
Piniella destacó que los bomberos pontevedreses «tienen muchas ganas de aprender y muchas más de hacer más cosas».
Entre los funcionarios municipales se halla Vicente Ferrería, coordinador de la actividad, quien reseñó que la experiencia adquieren se puede aplicar a intervenciones que realizan en Pontevedra. Así, aludió a que una de las zonas donde podría ser de más utilidad es el casco histórico: «Está claro que es una técnica que hay que manejar porque en cualquier siniestro puede haber un colapso de una estructura».