Sanxenxo da 20 días al hotel Carlos I para reabrir el camino de A Barrosa

El Concello de Sanxenxo ha remitido un requerimiento al hotel Carlos I para que retire, en un plazo de «20 días», la valla que «impide el paso peatonal» al camino de A Barrosa, una senda forestal que une la avenida Circunvalación con la céntrica calle Luis Rocafort.

Los propietarios del establecimiento hotelero señalaron hace unos días que no piensan reabrir el acceso, pues sostienen que es una «propiedad privada desafectada y vendida por el Concello». Sin embargo, la plataforma vecinal que lleva cerca de un año denunciando esta situación advierte que seguirá «presionando» a la administración local para que actúe en base al nuevo informe, por lo que la solución a este conflicto parece no tener una salida fácil.

Desde el Concello inciden en que el terreno adquirido por el propietario del Carlos I es un «sobrante de vía» que quedará «sin uso». Ahora bien, la valla instalada en la salida del camino anula el paso a la calle Luis Rocafort, un acceso que debería quedar «garantizado» gracias a una cesión de la promotora Vidal Lamelas.

Discoteca Vanity

Esta no es la única polémica que tiene entre manos el Concello de Sanxenxo en materia de urbanismo, ya que la Xerencia municipal acaba de «denegar» la solicitud de licencia de las «obras de acondicionamiento de la discoteca Vanity», situada en la zona portuaria de Portonovo.

Se trata de unos trabajos que se iniciaron en el 2008 y que, en un principio, contaron con el visto bueno de los técnicos. Sin embargo, las cosas se torcieron cuando «un vecino de Portonovo» demandó conjuntamente a los promotores del establecimiento -Libélula SA- y al Concello por «otorgar la licencia». El recurso fue rechazado hasta que el recurrente apeló al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que le dio la razón, por lo que dejó sin efecto las anteriores sentencias favorables al establecimiento de ocio.

Respaldado por este fallo, el Concello clausuró la actividad de esta discoteca el pasado mes de abril, una acción que se completa ahora con la «denegación de la licencia de legalización» de las obras y «la incoación de un expediente de reposición de la legalidad».

Las obras realizadas para la puesta en marcha de la discoteca Vanity consistieron en la redistribución espacial de dos antiguos locales -Cigarra y Barlovento-, una actuación «incompatible» con la situación urbanística de la edificación, que está «fuera de ordenación», por lo que solo puede acometer «obras de conservación».

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