En unos días, la jueza se pronunciará sobre si asume o no la causa
12 mar 2013 . Actualizado a las 13:11 h.La magistrada del juzgado especializado en cuestiones de Violencia sobre la Mujer estudia desde hace unos días el sumario del caso Sonia Iglesias. Esta decisión es consecuencia de la petición del fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, para que el juez que hasta ahora instruía este procedimiento se inhibiese en favor de su compañera de profesión.
Las fuentes consultadas precisaron que este cambio de jueces está íntimamente relacionado con la imputación del compañero sentimental de la pontevedresa desaparecida. A este respecto, tras incidir en que hasta el momento de la imputación no se podía dar este paso, añadieron que la legislación actual considera que los juzgados de Violencia sobre la Mujer son competentes para asumir aquellos delitos «que se hubiesen cometido contra quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada al autor por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, así como de los cometidos sobre los descendientes, propios de la esposa o conviviente».
Asumir la causa
Precisaron que, previsiblemente, en unos días, la magistrada pontevedresa comunicará al ministerio público y al hasta ahora juez instructor si asume o no la causa. En caso de una respuesta afirmativa, la instrucción empezaría a estar supervisada por esta profesional.
En caso de que la respuesta sea negativa, el auto que emita puede ser recurrido ante el mismo juzgado de origen o, incluso, ante la Audiencia Provincial. Asimismo, y como último recurso, siempre cabría la posibilidad de que se incoase una cuestión de competencia que dirimiría de forma definitiva qué juzgado continuaría tramitando la causa. En todo caso, la totalidad de las fuentes consultadas se mostraron convencidas de que no se va a llegar a tal extremo y, prácticamente, dan por hecho que Violencia sobre la Mujer continuará la labor desarrollada durante estos casi dos años y medio por el magistrado Xermán Varela.
Esta investigación comenzó a desarrollarse el 18 de agosto del 2010. La mañana de aquel miércoles, Sonia Iglesias y su pareja Julio Araújo -único imputado en el procedimiento- fueron vistos desayunando en una cafetería próxima a su domicilio y, posteriormente, en un zapatero de Arzobispo Malvar. A partir de aquel momento, la presencia de la pontevedresa se difumina entre unas brumas que, por el momento, policías pontevedreses y madrileños de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta no han podido disipar.
En todos estos meses, quizás el avance más significativo se produjo en julio del año pasado, apenas un mes de que se cumpliera el segundo aniversario de la desaparición. Fue entonces cuando se produjo la imputación, que no acusación, de Julio Araújo en el marco de una instrucción por un supuesto delito de detención ilegal. Y así, hasta ahora.