Las pujas incluso reciben bovinos de Pontevedra, A Illa, Sanxenxo o Baiona
16 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El mapa provincial sitúa el peso del ganado bovino en los municipios del norte, Deza y Tabeirós-Montes, que atesoran el cien por cien de la cuota láctea provincial. Desde esas comarcas hacia el sur, la ganadería va perdiendo peso aceleradamente. Pero no desaparece. Hay otros mundos más allá de la ganadería láctea más profesional. Hay animales por prácticamente todos los municipios pontevedreses. Y, lo que parece más sorprendente es que hay un flujo permanente hacia el norte a la hora de venderlos.
En Silleda se celebran cada martes las subastas de terneros de recría, cebados y de vacas de desvieje en la Central Agropecuaria de Galicia. Ese foro ganadero es un buen termómetro para descubrir reses a miles en los municipios dezanos y, aunque de modo testimonial, en municipios como el de la capital, alejados y costeros como Baiona, turísticos como Sanxenxo o insulares como A Illa de Arousa.
Desde la mitad de los municipios el ganado bovino peregrina al gran santuario ganadero de Silleda, donde se dice que las pujas garantizan el precio más justo y más transparente. De los 62 concellos de Pontevedra, 31 trasladaron a las subastas de Silleda algún animal a lo largo del pasado año.
Treinta llevaron al menos una vaca a ese mercado; 23 hicieron lo mismo con los terneros de recría y 20 con los terneros cebados. Solo hubo un municipio de los 31 que no llevó ninguna vaca, el de Valga que aportó a la Central únicamente seis terneros cebados. En general, los municipios de Deza y Tabeirós sumaron reses a las tres pujas distintas que reciben animales de la mayoría de concellos de todo Galicia además de los pontevedreses.
En vacuno mayor, el año pasado entraron en el recinto silledense, desde toda la provincia, 5.965 unidades. 3.892, más de la mitad las aportaron los ganaderos de Silleda, Lalín y Rodeiro. Fuera de Deza tuvieron peso Ribadumia con 235 vacas y Caldas con 121. Hubo aportaciones testimoniales en algún mercado desde Cangas, Meis o Poio, y sorprende especialmente la presencia en una subasta de dos vacas procedentes del extremo sur gallego, de Baiona.
En el caso de los terneros de recría, los más abundante en el mercado de Silleda, la suma anual del pasado ejercicio fue de 11.517 ejemplares de la provincia. Tres cuartas partes, casi 8.000, los aportan cuatro municipios dezanos: Silleda, Lalín, Rodeiro y Vila de Cruces. Desde fuera de ese área destacan los 486 ejemplares desplazados a Silleda desde el municipio de Pontevedra o los 158 desde el de Ribadumia. Y con carácter simbólico y peso testimonial concurrió un ejemplar desde Poio otro desde a Cañiza y dos desde Sanxenxo.
Los 1.007 ejemplares pontevedreses de becerros cebados subastados el año pasado en Silleda también son más de la mitad de Silleda, Lalín y Cruces. Ribadumia y Pontevedra aportaron 44 y 23 respectivamente. También en esta sección bovina se muestra que el turismo de costa y de élite y la ganadería pueden cohabitar. Sanxenxo vendió en Silleda 5 terneros carniceros y desde a Illa llegó también uno.
Y en este estado de situación cabe precisar más el mapa situando los principales contrastes. Vigo y Vilagarcía de Arousa no aportaron ni una sola res al mercado de Silleda. El municipio capital, Pontevedra, desplazó un total de 531 y municipios costeros como A Illa, Baiona, Cangas o Sanxenxo aportaron respectivamente 4, 2, 1, y 12 ejemplares de bovino.
Vigo y Vilagarcía son excepciones, no llevan vacas al santuario ganadero dezano
El turismo de élite y la ganadería todavía cohabitan en
la costa