De dirigir una herboristería a liderar un polémico culto

La Voz

VIGO CIUDAD

16 mar 2016 . Actualizado a las 18:12 h.

La historia de Miguel Rosendo se ha escrito en estas últimas tres décadas. Arrancó en los ochenta al frente de una herboristería en Vigo, donde, además de tratamientos convencionales, se ofertaban otros más peculiares. Existen testimonios que hablan de que recomendaba a sus clientes desplazarse por un camino y regresar por otro distinto o aconsejaba baños con miel u otras hierbas para, acto seguido, recorrer la vivienda cortando las paredes con un cuchillo. Con el paso de los años, se rodeó de un círculo de fieles con los que conforma el Grupo San Miguel Arcángel. En el 2010, vendió la tienda a algunos de estos con la idea de transformarla en un lugar de culto. Hoy en día, en el establecimiento, al parecer, se pueden observar carteles de en venta. A media que los adeptos se incrementaban, otro tanto ocurría con sus actividades. En el 2009, la Orden y Mandato se configura en asociación y establece su sede en Oia. En esta época, Rosendo trasladó a sus seguidores distintos aspectos de su vida, relatándoles cómo murió ahogado siendo niño y resucitó antes de ser enterrado o cómo mantuvo una historia de amor con una princesa hindú. Todos, datos incomprobables. Varios exmiembros manifiestan haber observado cómo el espíritu de San Miguel Arcángel poseía a Rosendo, quien empezaba a emitir sonidos guturales acompañados por aspavientos que culminaban en un trance. Entonces se rasgaba la ropa comenzando sangrar por un costado y las manos. Hoy en día, estos fieles que han abandonado la orden y luchan por recuperar a los que aún siguen al «Mesías» asumen que todo era una puesta en escena, un truco para convencerles de su divinidad. La buenaventura de este declinó el pasado marzo con la decisión del obispo de Tui basada en «supuestas acusaciones en torno a la conducta moral del fundador».