Vecinos de Samieira aludieron a la acción de unos vándalos, pero también a un posible ritual de tintes esotéricos
06 nov 2014 . Actualizado a las 09:16 h.Coincidiendo con el Día de Difuntos, la playa de Caeiro, en la parroquia de Samieira, fue escenario de un macabro hallazgo. Flotando, a escasos metros de la orilla, varios viandantes observaron el cadáver de un animal en avanzado estado de putrefacción.
Inicialmente se pensó que podría tratarse de algún arroaz o algún espécimen similar, una posibilidad que pronto descartaron al percatarse de la presencia de pelo en el cadáver. El misterio se resolvió en cuanto el cuerpo varó sobre la arena, momento en el que se pudo comprobar que, en principio, se trataba de una cabra que, aparentemente, había sido degollada y presentaba las patas delanteras atadas.
Su aparición no tardo en derivar en todo tipo de especulaciones. Así, una vecina de Samieira, después de elevar la vista al cielo, se mostró convencida de que fue obra de algún vándalo, mientras que un residente en la vecina parroquia de Raxó aludió a un posible ritual de tintes esotéricos vinculado con la festividad del primero de noviembre.
No fueron estas las únicas explicaciones que estos días se han escuchado por Samieira para buscar una explicación a este extraño suceso. En este sentido, hubo quien vinculó el hallazgo con un sacrificio en una explotación ganadera o granja cuyos propietarios hubieran optado por deshacerse de los restos arrojándolos al mar.
Antecedentes de Marín
Lo más curioso es que este tipo de sucesos no es nuevo en la ría de Pontevedra. Sin ir más lejos, en abril del 2012 fueron localizados los cadáveres de tres ovejas decapitados y con las patas atadas en las playas marinenses de Portocelo y Aguete.
En el caso de la cabra de Caeiro, su cadáver se fue de la misma forma que llegó, empujado por la marea hacia el interior de la ría.