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Los primeros temporales de otoño arrasan el vallado de Paxariñas

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El cierre dañado impedía el acceso al acantilado agrietado desde la playa

12 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Hierros retorcidos y bases de cemento enterradas en la arena son todo lo que queda a la vista de un tercio del vallado que, en teoría, debería impedir el acceso de las personas al acantilado de Paxariñas, en Sanxenxo, y que colocó Costas el pasado junio. El vallado se mantuvo sin problemas aparentes durante todo el verano y el mes de septiembre, pero su aparente consistencia era un mero espejismo. La fuerza de las olas de los primeros temporales del otoño han sido suficientes para dejar abierto el camino al acantilado y para arrancar de cuajo la malla de hierro que unía los postes.

De una segunda protección, un círculo más próximo a las rocas del acantilado, colocado por el gobierno local en mayo, solo quedan los pinchos de hierro que delimitaban el perímetro. Las cintas del precinto que señalizaban la prohibición del paso ya se rompieron hace tiempo y de ellas no queda ni rastro.

El aspecto que ofrece la playa es todo menos seguro. En las paredes del acantilado se ven a la luz del día grandes grietas recorriendo sus recodos, la evidencia de la posibilidad real de su desplome, que ya obligó a intervenir al Concello la pasada primavera.

El concejal de Medio Ambiente, el independiente José Luis Rodríguez, explicó ayer que la consolidación del acantilado de Paxariñas es una responsabilidad de Costas. El ministerio hizo público en verano que los trabajos de rehabilitación de este entorno deberán esperar al próximo año y que se ejecutarán a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, el edil sanxenxino incidió en que Costas no le ha comunicado aún al Ayuntamiento cuánto tiene previsto comenzar con la tarea.

El trabajo a realizar en Paxariñas es de gran entidad, ya que la mayor parte del acantilado resultó dañada en los temporales del invierno pasado, provocando la caída de pequeños trozos de lienzo rocoso. Costas no acometió la mejora en primavera alegando razones presupuestarias en este año, y optó, en su lugar, por vallar la playa.

Paxariñas no es la única incidencia en el litoral por los temporales de este otoño. Rodríguez recalcó que el acceso a la playa de Areas está destruido también, por el arrastre de arena durante las lluvias. Costas no permite asfaltar el vial de esta playa.