Contrato de 86 millones para la A-57

Lars Christian Casares Berg
christian casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Fomento saca a licitación las obras del tramo entre Vilaboa y A Ermida, que formará parte de la futura circunvalación de Pontevedra

07 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras años de tortuosa tramitación y en medio de una fuerte oposición por parte del colectivo Salvemos A Fracha, el Ministerio de Fomento ha sacado a licitación el primer tramo de la autovía A-57. Un contrato de más de 86 millones de euros, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, afianza una infraestructura tan contestada en unos sectores como demandada en otros ámbitos.

Frente a la oposición vecinal, el respaldo institucional. La A-57, de cuyo trazado sale ahora a licitación el tramo entre Vilaboa y A Ermida, se convertirá, una vez completada, en la circunvalación de Pontevedra. Y permitirá, una vez enlazada con la A-59, otra autovía de nueva creación por el interior de la ría de Vigo, conectar con el aeropuerto de Peinador. Será así, una alternativa a Rande y sin el peaje que cobra la concesionaria de la autopista AP-9, para los trayectos entre Pontevedra y Vigo.

El Gobierno se ha adelantado con la licitación de la obra a la medida anunciada por el abogado de Salvemos a Fracha, Jerónimo Escariz, de presentar un recurso contencioso-administrativo para obtener la suspensión cautelar del proyecto. «En estos casos, sin la cautelar de suspensión, las obras avanzarían y, una vez ejecutadas, es prácticamente imposible reparar el daño», explicó ayer a La Voz.

La principal línea argumental del recurso alude al estudio de impacto ambiental, que el Ministerio de Medio Ambiente aprobó el pasado verano. En él solo se analiza precisamente el tramo que se licitó ayer. Son 6,48 kilómetros que unirán Vilaboa y A Ermida, pero para completar la circunvalación de Pontevedra aún restarían los tramos A Ermida-Pilarteiros y Pilarteiros-Barro, junto con la conexión con la autopista AP-9 a la altura del supernudo de Curro, que ya enlaza la autopista con la autovía de O Salnés.

Jerónimo Escariz confirmó ayer a La Voz que el recurso se presentará previsiblemente hoy o en los próximos días. Lo que pretende es que las obras nunca lleguen a arrancar en los concellos de Pontevedra y Vilaboa, donde se prevé la construcción de dos enlaces y quince estructuras, entre ellas, cuatro viaductos para salvar el río Pintos, el río Pobo, el Rego do Barco y el trazado del ferrocarril. Además, la obra supondrá construir cinco pasos superiores para los caminos que cortará. Uno de ellos es el paso del Camino de Santiago en Vilaboa. Otros seis pasos inferiores completan las estructuras previstas.

Aunque el Ministerio de Fomento asegura que la obra «prevé la reposición de los caminos interceptados a lo largo de la traza de la futura autovía», Salvemos a Fracha, Vaipolorío, la Sociedade Galega de Historia Natural, la Asociación Lobo, diversas entidades vecinales y las comunidades de montes de Vilaboa y Figueirido, e incluso el Concello de Pontevedra, presentaron en su día alegaciones al proyecto. Algunas para evitar la autovía, y otras, como el Concello, para rebajar el impacto paisajístico.