Quirón adquiere un hospital y tres centros sanitarios en Pontevedra

cristina barral / M.B. PONTEVEDRA / SANTIAGO

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Los sanatorios, del Grupo Miguel Domínguez, pertenecían a la misma familiaotras operaciones

23 oct 2015 . Actualizado a las 13:32 h.

El Grupo Hospitales Miguel Domínguez de Pontevedra ya no pertenece a los cinco hermanos Domínguez Vaz. La familia formalizó el viernes, 16 de octubre, en Madrid la operación de venta al Grupo Hospitalario Quirón-IDC Salud (Quirónsalud). Los rumores sobre la compra de la compañía estaban en la calle desde hacía muchos meses y la preocupación por su futuro laboral iba creciendo entre los trabajadores. Quizá por ello decidieron invitar al personal disponible al acto de presentación pública de la operación, que tuvo lugar ayer en el salón de actos del hospital.

El ya ex director gerente, Miguel Domínguez Vaz, y su hermano Rafael, ambos médicos, comparecieron a media mañana para anunciar que los cuatro centros del grupo (Hospital Miguel Domínguez, Policlínico, Centro de Rehabilitación y Fisioterapia, y Centro de Daño Cerebral y Neurociencias) ya están incluidos en Quirónsalud. «Una empresa líder en el sector sanitario privado en España y una de las más fuertes de Europa», dijo. Quirónsalud cuenta con más de 70 centros en España, entre ellos, más de 40 hospitales. En Galicia es de su propiedad el Santa Teresa, de A Coruña.

Ante la atenta mirada de un buen número de empleados, desde la antigua dirección del grupo se les quiso trasladar un mensaje de tranquilidad: los 350 puestos de trabajo están «garantizados». El grupo mantendrá su nombre y, en principio, todos sus servicios. «Esto va a favorecer a todos, pacientes y trabajadores, porque tendremos más y mejores medios», recalcó Miguel Domínguez, que recordó que para la familia no fue una decisión fácil teniendo en cuenta que fue su padre, el traumatólogo Miguel Domínguez Rodríguez, quien fudó el entonces sanatorio Domínguez hace 67 años. Admitió que la falta de relevo en la familia para dedicarse a la gestión del grupo, sumada a las dificultades para seguir invirtiendo en tecnología puntera en el futuro, motivaron la venta. «No queríamos ver la decadencia del hospital, así garantizamos la calidad, el nombre y los trabajadores», subrayó.

A preguntas de los periodistas, evitó cuantificar el coste económico de la millonaria operación, amparándose en el «secreto de confidencialidad». Agradeció a los nuevos gestores que hubieran permitido a la familia dar a conocer la noticia y apuntó que la venta no afectará al actual concierto con el Sergas: «No varían los conciertos, que continúan porque son del hospital».

Miguel Domínguez tampoco quiso entrar a valorar las negociaciones ni a aclarar cuántas ofertas recibieron además de la de Quirónsalud (hubo al menos otra del grupo Vithas). «Llevábamos un tiempo negociando, fueron unas negociaciones serias, correctas y formales y estamos muy contentos de llegar a un acuerdo que es lo mejor para el futuro», remachó.

HM Hospitales tiene firmada una opción de compra sobre el Grupo La Rosaleda

Después de adquirir en el 2014 los centros Modelo y la Maternidad Belén de A Coruña, el grupo madrileño HM Hospitales firmó el pasado mes de julio una opción de compra sobre el Grupo La Rosaleda, empresa compostelana propietaria de dos policlínicos privados en la capital gallega y de otros dos en el norte de Portugal. De momento no han trascendido más detalles de una operación que reserva a HM Hospitales el derecho de compra (no la obligación) en un plazo de tiempo y por una cantidad que no han trascendido. Se trata de uno más de los muchos movimientos de concentración que se están produciendo en la sanidad privada, con Quirón como el gran gigante, con un 30 % del mercado.

HM Hospitales, con seis centros en la comunidad de Madrid, es propiedad de la familia Abarca y la facturación del pasado 2014 se situó en los 246 millones de euros, un 22 % más que en el 2013; La Rosaleda tiene un volumen de negocio casi diez veces inferior al de su comprador.

El grupo compostelano está controlado por una treintena de accionistas pero la mayoría del capital está en manos de la familia Granja y Fernández Albor. Fue precisamente el primer presidente autonómico de la Xunta quien puso en marcha este centro sanitario privado a comienzos de los años sesenta, gracias a la implicación también de otros médicos de Santiago así como del mecenazgo de Eduardo Cancelo Puga.