Aparece en América un donante compatible con la pontevedresa Estefanía Blanco: «Desde tan lejos, alguien anónimo, le ha regalado esperanza»
PONTEVEDRA CIUDAD
Su marido, Luis Díaz, agradece el apoyo a la campaña Donamédula: «La siguiente etapa, la del trasplante, será muy dura, pero tenemos una luz y motivos para luchar»
06 may 2024 . Actualizado a las 12:37 h.Luis Miguel Díaz, marido de la pontevedresa Estefanía Blanco, lo hacía público este viernes. Dice que es una jornada importante «para nosotros y queremos compartirlo». Este jueves confirmaban al matrimonio, que el pasado febrero emprendió la campaña Donamédula, que ha aparecido en América un donante compatible con Estefanía. La reflexión de Luis, principal apoyo de su mujer y su altavoz, no se hizo esperar: «Desde tan lejos, alguien anónimo, le ha regalado esperanza. El mejor regalo de un amigo invisible. Esto ha sido posible porque un mundo unido es un mundo mejor». Es un primer gran paso, pero saben que les queda un largo camino por delante. Son conscientes de ello. «La siguiente etapa, la del trasplante, será muy dura, pero tenemos una luz y motivos para luchar». Todavía no hay fecha para la operación.
Lo ocurrido da fuerzas a la familia y a todas las personas que se implicaron en la causa. Lo comentaba Luis a través de un mensaje que difundió por WhastApp: «Queremos daros las gracias a todos por vuestro apoyo todo este tiempo. Gracias a todos los que difundisteis la importancia de donar médula ósea. Sigamos haciéndolo para que otros puedan encontrar a su amigo invisible portador de vida». El marido de Estefanía señaló que ella está de acuerdo en que este paso se haga público si eso ayuda a que la gente vea que sirve para algo inscribirse en el Redmo, el registro de donantes de médula ósea.
La historia de esta pareja trascendió hace casi tres meses cuando las cosas se pusieron muy complicadas. La vida de esta familia de A Coruña, que ahora reside en Pontevedra, se puso patas arriba cuando en febrero del 2023 llegó el diagnóstico: leucemia mieloide aguda. Estefanía estaba embarazada de su segundo hijo y achacaba su cansancio a que no había llegado al primer trimestre de gestación. Luis contaba entonces que, entre comillas, tuvo la suerte de que como su embarazo anterior había sido de riesgo le adelantaron el control de los tres meses. Y ahí, en un análisis de sangre llegó el varapalo del cáncer hematológico y el aborto. La pareja tiene un hijo pequeño, Liam.
A las tres de esta tarde, Luis explicaba a La Voz que el jueves tuvieron una cita en el Chuac coruñés, donde su hematóloga les dio la noticia. «Es un proceso opaco y no te dicen nada hasta que está todo cerrado. Solo sabemos que es de América, pero nada más». Señaló que Estefanía llevaba varias semanas en su casa de Pontevedra después del ingreso en el Hospital Montecelo, donde recibió un último ciclo de quimio «más suave» en espera de que pudiera aparecer un donante. Ella se sintió aliviada al conocer la noticia, dice su marido, pero con el miedo a todo lo que viene por delante. «Está en una vorágine. Por un lado, está más animada y más tranquila, pero su estado anímico y físico sigue siendo delicado», apunta. Relata Luis que no sabían si estaban en tiempo de descuento: «Recaída molecular ya había, pero conservábamos la esperanza». El compañero de vida de Estefanía hace hincapié en que aunque ahora mismo el foco está puesto al 100 % en ella, no quieren que se olvide el movimiento para impulsar la donación de médula ósea en Galicia y en España.