Un riñón artificial produce orina

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La medicina regenerativa avanza hacia la creación de órganos complejos como corazones e hígados, aunque los expertos mantienen la prudencia

18 feb 2019 . Actualizado a las 16:44 h.

¿Es posible producir un órgano entero del cuerpo humano en laboratorio? El gran reto de la medicina regenerativa, llamada a suministrar órganos para trasplantes en el futuro, tiene una respuesta desde hace años: sí. Al menos en animales. El último desafío superado ha sido la creación de un riñón artificial capaz de filtrar la sangre y producir orina. El hallazgo, publicado en Nature Medicine, ha sido realizado por investigadores del Hospital de Massachussets, que lo trasplantaron luego con éxito a un ratón. Su función general no era tan buena como la de un órgano sano, pero la mejoría fue notable. «El perfeccionamiento de la técnica nos ayudará a lograr riñones de bioingeniería que algún día serán capaces de sustituir completamente la función renal», explica Harald Ott, el investigador principal.

La técnica

Lavado del órgano viejo y colonización celular. La técnica empleada no es nueva. Consiste en un proceso de descelularización a través del cual se limpian con un detergente las células del órgano de un donante, que no es apto para trasplantes, hasta que solo queda la matriz, el andamiaje sobre el que se siembran nuevas células extraídas del propio paciente cultivadas en laboratorio con factores de crecimiento. Es lo que se conoce como recelularización. En el caso del riñón, su estructura de colágeno se repobló con células humanas de endotelio y con otras renales de rata recién nacidas.

Antecedentes

Vejigas y tráquea. Tejidos planos como la piel, estructuras tubulares como los vasos sanguíneos y órganos huecos como estómagos y vejigas se han fabricado ya en laboratorio e incluso se han probado en humanos, como una tráquea implantada en el 2008 a un paciente por primera vez en el mundo en el Hospital Clínico de Barcelona.

Solo en animales

Corazones e hígados. Antes que el riñón se fabricaron en laboratorio corazones, hígados y pulmones. En estos órganos complejos la investigación más avanzada es la relacionada con el corazón. Hay ensayos en humanos a partir de la colonización de su estructura con células de la médula ósea. Pero quedan años de trabajo por delante.

Experimentación

En humanos. Si la técnica es viable en humanos para crear órganos complejos es algo que aún habrá que probar, pero, al menos, sí es prometedora. Aunque siempre manteniendo la prudencia. Así lo creen Antón Fernández, coordinador de trasplantes del CHUAC de A Coruña, y José Ramón González-Juanatey, responsable de Cardiología en el CHUS de Santiago. «Estamos aún muy lejos de conseguir corazones con toda su funcionalidad, porque para ello el corazón tiene que latir y contraerse», apunta Juanatey sobre los ensayos que se realizan en humanos. «Soy muy optimista, pero también cauto», advierte Antón Fernández, quien recuerda que investigaciones que hace años era muy prometedoras, como los xenotrasplantes (corazones de cerdos), están hoy paradas por los problemas que presentan. Fernández también lanza otro aviso: «La tráquea que implantaron a un paciente en Cataluña se la tuvieron que retirar al mes siguiente».

Pasos intermedios

Células para el corazón. Antes de crear un órgano completo hay otros pasos intermedios y también prometedores. Es el caso del corazón, ya que se está trabajando en el trasplante de células madre procedentes de la médula ósea en zonas dañadas para pacientes con infarto o insuficiencia cardíaca de origen isquémico. Se trataría de regenerar las partes afectadas por la enfermedad. El hospital de Santiago participa en un proyecto europeo en esta línea.