Los veterinarios exigen que la inmunización sea obligatoria en Galicia
11 jun 2013 . Actualizado a las 12:12 h.Un pitbull rabioso mordió a cinco personas en Toledo el pasado día 1. Los afectados son cuatro menores (uno permanece aún en la uci) y el padre de uno de ellos. Han sido tratados con la profilaxis necesaria para impedir el desarrollo de una enfermedad letal si no se trata con inmediatez. El perro fue abatido a tiros por la policía y, tras comprobarse en un laboratorio de referencia que, en efecto, tenía la enfermedad, el Ministerio de Medio Ambiente declaró de manera oficial la rabia en España el día 6.
Sin embargo, los veterinarios no entienden por qué esa medida no ha venido acompañada por el imperativo de vacunar a los animales domésticos en aquellas comunidades en las que esto no está reglado: Galicia, Cataluña y el País Vasco. Sí lo está en el resto de España y, aun así, las autoridades de Castilla-La Mancha obligaron ayer a volver a inmunizar antes de 15 días perros, gatos y hurones en 56 municipios toledanos por los que pudo moverse el animal, que se había escapado cuando mordió a las personas afectadas.
«No tiene sentido que el ministerio no obligue a vacunar en Galicia, donde la inmunización es voluntaria a pesar de que los veterinarios gallegos llevamos muchísimos años reclamando esto a la Xunta», se indigna Ana María López, presidenta del Colexio Oficial de Veterinarios de Lugo.
Animales en cuarentena
Los profesionales reiteran su solicitud al hilo de este caso por las implicaciones que puede tener para Galicia. El dueño del perro, que está detenido e imputado por imprudencia grave, es catalán, y en esa comunidad permaneció el animal varios días desde que volvió de Marruecos y hasta que se lo llevaron a Toledo. Pero en Cataluña, como en Galicia, la vacunación no es obligatoria y eso quiere decir que cualquier chucho que haya entrado en contacto con el pitbull en ese tiempo puede haberse contagiado.
Las autoridades catalanas tienen ya varios perros en cuarentena, porque, en efecto, estuvieron con el pitbull y presentan anticuerpos cuyos niveles superan cuatro veces lo recomendado. Pero será difícil rastrear todos los casos. La gravedad del problema se incrementa por el hecho de que los animales tardan a veces varios meses en manifestar la enfermedad, y en ese tiempo podrían desplazarse libremente. En Galicia, nadie exigiría a sus dueños un certificado de vacunación de la rabia que sí se pide en otras comunidades.
Por este riesgo «real», los veterinarios gallegos son partidarios de una «vacunación» que ayer se decretó en la zona de Toledo y que seguramente será inevitable en Cataluña. El máximo responsable de los profesionales gallegos, Xosé Uxío Rey, asegura que la entidad que preside lleva «cuatro legislaturas» reclamando a la Xunta la obligatoriedad de la vacuna, «sin éxito».
Curiosamente, sí era obligatoria hace más de una década, aunque hoy es una práctica en declive. Según Ana María López, en la provincia de Lugo las inmunizaciones bajaron de 15.000 en el 2004 a menos de 8.500 en el 2011. Y esa reducción casi a la mitad en siete años es «perfectamente extrapolable a Galicia», según fuentes del colegio gallego. En el 2012 murieron en el mundo 55.000 personas a causa de la rabia.