Teresa Romero: «Claro que volvería a hacerlo, y ahora además tengo los antivirus»

LUGO CIUDAD
Durante la conversación con su marido, la auxiliar ha dicho que no dudaría en atender de nuevo a enfermos de ébola
16 oct 2014 . Actualizado a las 07:50 h.Teresa Romero está con ganas de volver a su vida normal y no dudaría en cuidar a otros enfermos de ébola, a pesar de que hacerlo ha puesto en serio riesgo su vida. «Claro y ahora además ya tengo los antivirus, no pasa nada», le dijo ayer a su marido, Javier Limón, en la conversación telefónica que mantuvieron durante unos diez minutos. Fue la portavoz de la pareja, María Teresa Mesa, la encargada de relatar el emocionante momento, ella desde su habitación de la sexta planta, él en la quinta, que tuvo lugar después de que la auxiliar de enfermería pidiera hablar con su esposo el día anterior. La enferma le preguntó por su perro Excálibur, que fue sacrificado el pasado día 8 para evitar riesgo de contagio, a lo que Limón le contestó que no se preocupara por el animal, sin decirle en ningún momento que había muerto.
Consejo a un psiquiatra
Este ha pedido consejo a un psiquiatra para ver cómo le comunica a Romero lo que se va a encontrar cuando salga del hospital Carlos III de Madrid por el enorme impacto que está teniendo su caso en la opinión pública. En la conversación telefónica ya le adelantó «algunas pinceladas» sobre la «tremenda» repercusión, a lo que ella respondió con un «¿por qué?». Ella lo ve de una forma natural.
Mesa contó que Romero aún tiene lagunas y no se acuerda de muchas cosas. «Se acuerda de lo más cercano, que es el perro, su marido y poco más», aseguró. Limón podría recibir el alta el día 26 o el 27 del hospital, donde está en observación, pero sin presentar ningún síntoma.
Romero «ya se levanta, ya se sienta, toma líquidos y está muy animada», está recuperando oxígeno y capacidad pulmonar, según explicó una prima de la auxiliar de enfermería. «De momento todo va de maravilla», aseguró, aunque añadió que aún no se puede cantar victoria porque esta enfermedad «es imprevisible y podría haber una recaída».
Jesusa Ramos, la madre de Teresa Romero, se mostró ayer más animada que en los días anteriores, después de que le comunicaran la evolución de su hija en la llamada habitual del Carlos III, según informa Dolores Cela. Sin embargo, la mujer mantiene cierta cautela porque le advirtieron de que se trataba de una enfermedad nueva, poco conocida y que las complicaciones no están descartadas, al menos de momento.
Jesusa Ramos, aunque no pudo hablar con su hija, sí recibió noticias de primera mano de su yerno, Javier Limón. Ambos charlaron del estado de Teresa. La conversación entre ambos fue el día anterior al que Limón pudo ponerse en contacto telefónico con su esposa.
La madre de Teresa Romero salió ayer por la mañana a hacer la compra con una cara más distendida que en fechas anteriores, acompañada de una sobrina, hija de una hermana suya ya fallecida, María del Carmen Rellán, que acude a visitarla a menudo. Rellán comentó que están a la espera de que se recupere Teresa para poder ir a Madrid. Mientras tanto quiso transmitir a su prima el apoyo incondicional de su familia en Lugo. «Para nosotros -dijo- cada día que pasa es una victoria».
Motivos para el optimismo
El hecho de que ya hayan pasado los 15 primeros días, que son los más críticos, da motivos más que sobrados para la esperanza. La situación de Romero es estable dentro de la gravedad, según informó escuetamente el comité especial para la gestión de la crisis, que ayer lo hizo a través de un comunicado. Pero ha experimentado una ligera mejoría y el hecho de ya haya superado la 15 jornadas desde que tuvo los primeros síntomas, que son los más críticos, ofrecen perspectivas de moderado optimismo. Según los especialistas, cada día que pasa aumentan sus posibilidades de salvar su vida. La carga viral ha disminuido, funcionan mejor sus riñones y su hígado, pero lo que ahora preocupa a los médicos que la atienden son sobre todo sus pulmones.