
La hostelería de Negreira es bien apreciada por los amantes del buen tapeo que a diario recorren alguno de los más de treinta bares y cafeterías que aglutina la capital barcalesa. Pero si hablamos de bocatas XXL no hay más que acercarse a la cervecería-tapería A Esmorga. Allí preparan el súper bocata S.D. Negreira, de nada menos que un metro y diez centímetros de largo, en una barra de pan confeccionada especialmente por la panadería Olimpio.
En los ocho años que llevan elaborándolo, solo ha habido ocho personas que fuesen capaces de comerse los 110 centímetros de bocadillo que cuesta 9 euros, porque lo habitual es zampárselo en grupos de cuatro o cinco. Para los más atrevidos que logren devorárselo ellos solos en menos de 40 minutos, el premio es una camiseta personalizada. Y ojo, porque los bocatas «pequenos», como los definen sus dueños, se sirven en barras de 40 a 50 centímetros que elabora panadería Xallas.
Para encontrar el origen de semejante bocadillo hay que rebuscar en la época más gloriosa del club de fútbol local, la temporada 2005-2006 de su histórico, y a la vez, efímero paso por la Segunda División B. Vicente Agra, su dueño, tuvo la ocurrencia de crearlo para quienes acudían a ver los partidos del Negreira cuando se desplazaba a las islas Canarias y el canal autonómico isleño ofrecía los partidos contra el Las Palmas, el Lanzarote, o el San Isidro. «Ocorréusenos facer un bocadillo que chamase a atención dos clientes, e que fose algo distinto, e así foi como xurdiu o SD Negreira que hoxe en día seguimos ofrecendo na nosa carta», subraya Vicente. Sus ingredientes: lomo, beicon, queso, lechuga, tomate, cebolla, y salsas.
Pero al súper bocata le ha salido un duro competidor en los últimos tiempos. Es la hamburguesa bautizada como A Barcalesa, cubierta en pan de bolla artesana, y de 25 centímetros de diámetro. Tiene dos pisos, e incluye carne de hamburguesa, tortilla, patatas fritas, beicon o lechuga, además de salsas especiales, cuyo precio es de cinco euros.
Curiosamente, el pasado fin de semana dos clientes fueron los primeros que lograron comérsela -cada uno respectivamente-, en menos de cuarenta minutos, logrando también, su camiseta personalizada.
hostelería Un bocado gigante en homenaje a la S.D. Negreira