Estudiantes de Ames financiarán un viaje a Alemania con impresiones en 3D
SANTIAGO
Los jóvenes diseñan piezas para la maqueta de un acelerador de partículas
14 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Hace apenas una semana el diseño de una pistola de plástico mediante una impresora en 3D sacudió al mundo. Pero impactó especialmente entre un pequeño grupo de alumnos de segundo curso de bachillerato que desde principio de curso están trabajando con la misma tecnología, pero para diseñar piezas de lo más diverso con las que financiar un viaje a Alemania para conocer uno de los aceleradores de partículas europeos.
Su actividad forma parte de un ambicioso proyecto que tiene su origen en la Universidade Vigo, cuyo departamento de Enxeñería Mecánica está trabajando en la fabricación de varias piezas para un acelerador de partículas alemán que estos jóvenes amienses esperan conocer a principios de verano, y para el que ellos diseñan pequeñas partes para una maqueta.
Y como hay cosas que no cambian, la financiación de este tipo de aventuras hace que los alumnos tengan que salir a la calle para vender distintos objetos para abaratar costes. Como lo suyo es la tecnología, este grupo de amienses da un salto cualitativo y comercializarán distintos objetos que han elaborado con la impresora en tres dimensiones que ellos mismos montaron y que ayer fue la gran estrella de la presentación de su proyecto.
Para demostrar que son duchos en la materia de reproducción en tres dimensiones, sobre una mesa ubicada en el pasillo del instituto de Bertamiráns se podían ver ayer objetos impresos en material plástico como un simple ratón de juguete, moldes para hacer galletas, balas, un castillo medieval y una réplica del robot Curiosity, que recorre Marte. Todo un símbolo para los cuatro jóvenes que están impacientes por su viaje a Alemania. Luis Ángel Martínez, Raquel Barbeito, Raquel Gil y Jaime Cid, cursan segundo de bachillerato y la asignatura de Tecnología es la que los ha unido en un viaje al que le falta cerrar la fecha.
El calendario depende del coste del traslado, ya que en los cuatro días de su estancia en Alemania ya tienen alojamiento y un intenso plan de trabajo. Ahora, entre clase y clase, se centran en imprimir objetos de lo más variopinto para comercializarlos y ahorrar costes al máximo.
Los productos que venden se elaboran utilizando diseños de acceso libre en Internet, una tarea que combinan con la impresión de varias piezas, que ellos llaman alveolos, para la maqueta que les encargó la Universidade de Vigo. Y mientras se afanan en la materia, ya están pensando en su futuro. Raquel Cid y Jaime ya tienen muy claro que lo suyo es la ciencia.