Currás demanda «seriedade» para no dañar a la ciudad en plenas fiestas
13 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los trabajadores de Urbaser sacaron ayer a la calle su protesta por los recortes sociales que pretende aplicar la empresa en el nuevo convenio colectivo y frente a los que han convocado una huelga indefinida para el día 21, coincidiendo con el inicio de las fiestas del Apóstolo. La de ayer fue la primera acción reivindicativa, que arrancó con una concentración en Xoán XXIII que llevaron a las mismas puertas del Ayuntamiento, donde reclamaron su mediación para resolver un conflicto «que ten fácil solución» porque se trata de «reivindicacións que non supoñen custes salariais para o Concello nin para a empresa», según el presidente del comité, Ricardo Méndez, quien supone que Raxoi «tamén ten algunha chave na man para pechalo».
Los trabajadores de la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de residuos afirman que su protesta va contra la decisión de la empresa de eliminar las jubilaciones anticipadas y parciales a partir del 2019. Eso después de haber llegado a un preacuerdo para mantener el actual convenio y de renunciar por su parte al 55 % del importe de la subida del IPC que supone la prestación del servicio municipal, que la empresa cobrará en su integridad, dice Méndez.
La eliminación de ese derecho sería efectiva a partir del 2019, pero aun así no es una cuestión menor para los trabajadores de un servicio «como o noso que está catalogado de tóxico, penoso e perigoso» y que obligará a negociar ese año en otras condiciones un derecho al que no quieren renunciar.
Medidas en caso de paro
Antes de que esa protesta llegase al Obradoiro, el alcalde pedía «responsabilidade e seriedade» a los trabajadores frente a una convocatoria que afectará a la ciudad en plenas fiestas y en unas fechas en las que el sector turístico puede compensar un poco la «crise que afronta todo o ano». Ángel Currás sostiene que está en juego «a imaxe da cidade», aunque los empleados de Urbaser también sostienen, tras pedir «disculpas aos cidadáns», que «temos que xogar as bazas cando podemos xogalas, e non podemos agardar cando levamos 7 meses negociando».
El regidor indicó que Raxoi ya mantuvo una reunión con ambas partes «e tentará ter outra», pero sostiene que el Concello es ajeno a las relaciones de Urbaser con sus trabajadores. Fue su respuesta a la consideración de estos de que el Ayuntamiento se está posicionando del lado empresarial. Y dejó claro que se trata de una concesionaria de un servicio cuyo contrato concluye en el 2014. Y hasta entonces «terá que cumprir cos compromisos marcados no contrato, senón o Concello, dende logo, adoptará medidas para que Santiago estea limpo», señaló.
El BNG también solicitaba ayer a Currás que interceda «na busca dunha solución» porque «non pode ser un mero espectador ante un incipiente problema para a cidade». Entiende que se debe evitar que el conflicto desemboque en una huelga, «á que en todo caso teñen dereito».
Conflicto en Ames y Brión
Por otra parrte, los trabajadores de FCC, concesionaria de la recogida en Ames, Brión y Rois, que también han convocado una huelga para el día 20 motivada en diferencias salariales, confirmaron que aceptarán los servicios mínimos que fije la Mancomunidade Serra do Barbanza, de la que depende el servicio.