Fue investido en el Paraninfo con Alfredo Vigo Trasancos como padrino
16 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Antonio Bonet Correa (A Coruña, 1925) se licenció en la Universidade de Santiago de Compostela (USC) en 1948. Fue en la sección de Historia de la Facultade de Filosofía e Letras. El respetado historiador del arte, que actualmente dirige la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, regresó ayer a su universidad alma máter y a la ciudad en la que pasó buena parte de su juventud para ser nombrado doctor honoris causa.
El acto solemne, con coro y presentaciones en latín incluidas, tuvo lugar en el Paraninfo de la USC, situado en la Facultade de Xeografía e Historia, y estuvo presidido por el rector, Juan Casares Long. El padrino de Bonet fue el catedrático de Historia da Arte Alfredo Vigo Trasancos, quien fue además del que partió la propuesta inicial de conceder el título al que definió como «uno de sus maestros más admirados». Todo el departamento de la facultad secundó después la iniciativa por unanimidad y «con gran cariño porque el doctorando es una personalidad sobradamente reconocida que merece con creces el nombramiento», afirmó Vigo Trasancos.
En su discurso, Antonio Bonet hizo todo un recorrido por su trayectoria vital, especialmente por los años de estudió en la USC y en los que vivió con su familia en Santiago, ya que su madre decidió trasladar la casa familiar a Compostela desde Lugo.
El profesor definió Santiago como «un bosque de piedra», «norte y guía de mi existencia tanto personal como profesional» y como la ciudad «que me llevó a amar la arquitectura». En su emotiva intervención, a la que acudieron numerosas personalidades, recordó también momentos de la vida cultural y política de sus años compostelanos y tuvo palabras para muchos de los que fueron sus profesores y sus compañeros, como Ramón Otero Túñez o Manuel Presedo Belo.
Los cafés del Santiago de posguerra también tuvieron su espacio en el discurso de Bonet, como el aún existente Derby «por el que pasaban todos los forasteros y escritores gallegos que viajaban a Santiago» y que el profesor definió como «una especie de foro, ágora o plaza cubierta en donde se intercambiaban noticias y comentarios». También los desaparecidos Savoy, en el que conoció a Gonzalo Torrente Ballester, o el España.
Antonio Bonet Correa nació en A Coruña en 1925, aunque antes de mudarse a Santiago para estudiar vivió con su madre en Lugo. En Compostela se licenció en 1948 y posteriormente trabajó unos años como profesor ayudante de arte. A principios de la década de los 50 fue becado para continuar sus estudios en París. A su regreso a España se instaló en Madrid y se doctoró en 1957. Su tesis sobre la arquitectura gallega del siglo XVII recibió el premio nacional Marcelino Menéndez Pelayo y se convirtió en una obra fundamental y en todo un referente académico. Su carrera continuó después en Murcia, Sevilla y Estrasburgo y terminó como catedrático emérito en la Complutense. En el 2012 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Actualmente dirige la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.