La crisis sitúa la siniestralidad laboral al nivel de hace 17 años

Mario Beramendi Álvarez
m. beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El desplome de la construcción ha sido clave en el descenso de los siniestros más graves.
El desplome de la construcción ha sido clave en el descenso de los siniestros más graves. paco rodríguez< / span>

El paro propició que en el 2012 se registraran solo 978 accidentes

16 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A la espera de conocer cómo se cierra el 2013, la prolongada crisis económica iniciada ya hace casi siete años, que tiene la actividad por los suelos y el paro por las nubes, ha dejado el nivel de siniestralidad en cifras desconocidas. Según los datos que maneja el Instituto Galego de Estadística (IGE), el término municipal de Santiago, cerró el pasado año 2012 con 978 accidentes de trabajo que cursaron con baja: 959 de carácter leve, 18 graves y uno mortal. Para encontrar estas cifras en la serie histórica habría que remontarse hasta el año 1996. Es decir, que el efecto de la crisis, con el desplome de la ocupación, ha devuelto los índices de siniestralidad al nivel de hace 17 años.

A ello ha contribuido mucho el desplome del sector residencial, muy proclive a las subcontratas, con trabajadores en precario y que en los años de la burbuja se había convertido en uno de los principales focos de accidentes mortales y graves. Sirva un solo dato como ejemplo: en el 2007, antes de que la construcción se viniera definitivamente abajo, se contabilizaron en Compostela 1.894 siniestros, es decir, casi el doble de los registrados en el 2012. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras entienden que esta mejora de las cifras es consecuencia de la confluencia de muchas variables: el paro, la emigración, el descenso de los activos, la menor actividad industrial, el derrumbe del sector inmobiliario. Sin embargo, alertan de que la crisis está teniendo también un efecto negativo: un relajamiento de los empresarios a la hora de aplicar las medidas para ahorrar costes y, sobre todo, un descenso de las denuncias por parte de los trabajadores, quienes por miedo a perder su empleo prefieren ocultar los accidentes, en su mayoría de carácter leve.

En este sentido, las centrales entienden que la Administración competente en áreas de salud laboral no debe bajar la guardia porque la mejora de los datos obedece única y exclusivamente a la crisis. En este sentido, alertan de que el incremento de los trabajos en precario y con malas condiciones supone otra fuente de riesgo para que la siniestralidad pueda incrementarse en el futuro.

1.241

Año 2011

Del total, 1.226 fueron leves, 13 graves y 2 mortales.

1.894

Año 2007

Del total, 1.875 fueron leves, 17 graves y 2 mortales.

995

Año 1996

Del total, 905 fueron leves, 37 graves y 1 mortal.