La maleta sospechosa de Milladoiro tenía cintas de vídeo

Emma Araújo / J.C.

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Un equipo de la Guardia Civil procedente de A Coruña inspeccionó el bulto con un perro y un robot

20 sep 2013 . Actualizado a las 21:54 h.

Una maleta cargada de cintas de vídeo y abandonada en plena calle del polígono comercial de Milladoiro, cercano a Santiago, mantuvo ayer en alerta a efectivos de la Policía Local de Ames y agentes de la Guardia Civil, entre los que se encontraban técnicos expertos en la desactivación de explosivos (Tedax).

La voz de alarma saltó a las once de la mañana cuando una persona que caminaba por la rúa das Hedras, cerca de las instalaciones del punto limpio y del campo de fútbol de Milladoiro, se percató de que había una maleta abandonada que le resultó sospechosa. Y ante el temor de que guardase algún componente peligroso dio la voz de alarma.

Una vez disparada la duda, la Policía Local acordonó los accesos y desalojó las instalaciones de una empresa de telecomunicaciones G.S.T, que en ese momento tenía a diez personas en la nave. Pero en el comercio colindante, una conocida firma de venta de lámparas y objetos de iluminación, no fue necesario desalojo alguno. Ninguno de los trabajadores se había percatado de la maleta objeto de tanto despliegue.

Con el terreno bajo control, y los especialistas en desactivación de la Guardia Civil sobre el terreno, el primero en actuar fue un perro, que olisqueó todas las farolas que se le pusieron a tiro antes de llegar a la maleta, apenas perceptible entre dos turismos. Y aunque aparentemente el agente canino no dio señal de peligro, el animal fue sustituido por un robot de desactivación de los Tedax. Hora y media después, y tras algún golpe brusco en tan incómodo objeto, la Guardia Civil confirmaba la falsa alarma. No había bomba alguna.

Despejados los temores, enseguida surgió la curiosidad por saber lo que había en su interior. «Solo hay cintas de vídeo» confirmó uno de los agentes a la vez que desmontaba el dispositivo de seguridad. Su contenido y la persona a la que pertenecían seguirá sin saberse. Todo apunta a que la persona que dejó allí la maleta tenía pensado trasladarla al punto limpio de Milladoiro, un servicio en el que los usuarios tienen que identificarse y estar empadronados en el mismo concello.