El control que la Policía Local está realizando para evitar el botellón en espacios públicos y las fiestas ruidosas en pisos está dando sus frutos. Así lo sostiene el concejal de Seguridade, Luis García Bello, con los datos de los dos primeros jueves de curso en la mano. El desalojo de pisos se ha reducido a menos de la mitad.
Si la primera jornada de movida nocturna del nuevo año académico se saldó con 26 denuncias en pisos -las 14 que inicialmente anunció el Concello y las 12 que estaban entonces pendientes de concluir su tramitación-, anteayer concluyó con 11. Todos ellos llevan pareja la imposición de multas de 100 euros, multas que se están tramitando con agilidad para que los afectados tomen conciencia de las repercusiones de alterar el descanso de los ciudadanos y eviten incurrir de nuevo en esas circunstancias.
De hecho, entre los once casos de anteayer no ha habido ninguna reincidencia de los sancionados el jueves anterior, según Bello, quien indica que los controles que está realizando la Policía Local están funcionando como elemento disuasorio. Porque si las actividades molestas en pisos se han moderado, también lo hacen las concentraciones nocturnas.
Este jueves no hubo actividad en Campus Vida y en el parque Luis Pasín de Conxo, donde se mantuvo vigilancia policial. Y si hace una semana se tramitaron 43 denuncias por beber en la vía pública, en esta ocasión se limitó a 3. El botellón «xa non é un problema» y «estase vendo o efecto da vixilancia policial», dice Bello.