Rañalonga acogió ayer la edición número 31 de la Festa do Cabalo de Brión, una celebración en la que se dieron cita alrededor de 300 ejemplares. Las actividades comenzaron por la mañana con una ruta caballar por los montes de la zona
A mediodía tuvo lugar una de las pruebas más vistosas de esta cita, el concurso de arrastre, que además suele ser uno de los que más expectación levanta entre los asistentes a la fiesta.
Después de la comida, en la que brioneses y visitantes pudieron disfrutar de una pulpería instalada en la zona para la ocasión, la actividad se retomó con una yincana con diversas pruebas, seguida de una carrera de burros. Además, el programa contemplaba una exhibición de doma y la rapa das bestas, con la que terminó el evento.