Una firma madrileña instala la primera gasolinera de bajo coste de Santiago

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

ÁLVARO BALLESTEROS

Solo tendrá surtidores autoservicio y precios especiales para colectivos

04 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La gasolina está por las nubes y, al margen de como se comporte el petróleo, no piensa bajarse de ellas. Solo las iniciativas de bajo coste intentan un poco romper la dinámica de la carestía del carburante. Y otro tipo de políticas que cubran el espectro del mercado. Esto último es lo que va a hacer en Santiago la empresa madrileña Punto de Bajo Coste S.L.

Es una entidad que comparte con otras sociedades la implantación de gasolineras a precios más reducidos en el territorio español, y lo cierto es que el éxito les está acompañando en su misión. Rebajar entre cinco u ocho céntimos el litro de combustible, como suelen hacer los surtidores low cost, propicia que los automovilistas puedan llenar el coche con un ahorro de tres o cuatro euros sobre las estaciones convencionales.

Pero en Compostela los precios que va a establecer Puntos de Bajo Coste apenas se van a alejar de las gasolineras existentes. Al menos eso es lo que anuncia la empresa, que va a montar su surtidor en la parcela 228 de la avenida do Cruceiro de A Coruña, junto a un establecimiento de venta de juguetes y plásticos. Es decir, en las inmediaciones del área empresarial de la ciudad. Comenzará a funcionar a mediados de este mes. Según los responsables de la empresa, es «la primera de Galicia de este tipo, que conozcamos».

¿Y cuál es su peculiaridad? El establecimiento de convenios con los consumidores y colectivos que no tienen acceso a los conciertos con las grandes petroleras. Es decir, pymes y colectivos económicos o empresariales con quienes se firmarán acuerdos para el disfrute de mejores precios y campañas de fidelización.

«Lo que no vamos a hacer es una política agresiva ni romper el mercado de precios, sino favorecer el servicio al consumidor», dice la dirección de la empresa, quien explica que está viendo la estructura tarifaria a implantar «con un margen comercial para ganar dinero». No obstante, en las primeras semanas tras la apertura del surtidor habrá precios especiales.

Eso sí, los clientes tendrán que aprovisionarse de combustible ellos mismos y no dispondrán de tienda, cafetería, lavado de coches, neumáticos y esos servicios que acompañan a las gasolineras tradicionales. El coste de funcionamiento, de esta forma, es mucho menos gravoso.