Compostela vive de espaldas a sus tres ríos urbanos, que siguen sin sanear

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

El proyecto de saneamiento del Sarela se adjudicó en el 2011 y el del Sar lleva unos tres lustros en ejecución

17 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Santiago cuenta a lo largo de su geografía con numerosos pequeños riachuelos y regatos, que son desconocidos para la inmensa mayoría de los compostelanos. Pero si vivimos de espaldas a estos pequeños afluentes rurales, hacemos prácticamente lo mismo con los tres ríos que discurren por barrios y por zonas muy próximas al centro de Santiago. Los esfuerzos de los anteriores y del actual gobierno local por visibilizar el Sar, el Sarela y el Corvo no han dado los frutos esperados.

Posiblemente, el Sarela sea el río más querido por los compostelanos y en ello es determinante la construcción de un paseo fluvial en sus márgenes desde San Lourenzo hasta Lermo y el acondicionamiento de sus orillas hasta Ponte Romaño. El Sar, en cambio, ha sido mucho menos mimado y sus márgenes, salvo pequeños tramos, son intransitables en su recorrido urbano. El tercer río, el Corvo, casi fue descubierto a los vecinos cuando se ejecutó la construcción de la zona verde de Salgueiriños.

Saneamiento, la gran deuda

Si caminar junto a los ríos es un lujo reservado para el Sarela y el Corvo, el saneamiento es la gran deuda de Santiago para con sus torrentes. El Sar, al que van a parar las aguas fecales de la mayor parte de la ciudad, tiene un saneamiento que se quedó pequeño hace veinte años. Desde entonces se está planificando un nuevo colector que evite que las aguas del río cantado por Rosalía de Castro terminen convirtiéndose en una cloaca. El tramo del colector del Sar entre San Lázaro y Pontepedriña está finalizado, pero sin uso. Tampoco están funcionando los tanques de tormenta construidos en el Paxonal, que recogerían los excesos de agua propios de días de tormenta. Estos tanques podrían conectarse provisionalmente a la red actual para aliviar las fuertes avenidas. El segundo tramo, de Pontepedriña a Silvouta, fue adjudicado en abril del 2008, pero quedó paralizado por la quiebra de la empresa contratada. Ahora acaba de adjudicarse nuevamente la asistencia técnica, lo que hace pensar que se retomarán los trabajos.

El Sarela no cuenta con un saneamiento acorde al siglo XXI y son frecuentes los vertidos de aguas fecales al verse desbordada la propia red. En este caso, el Ministerio de Medio Ambiente adjudicó a Paymacotas en noviembre del 2010 la elaboración del proyecto y formalizó el contrato en abril del 2011. El plazo de ejecución era de siete meses desde abril, con un presupuesto de 158.000 euros. Es de suponer que el proyecto se entregará, pero nada se sabe de la ejecución del mismo. No hay que olvidar que el Sarela desemboca en el Sar, por lo que su saneamiento sería positivo para este.