Vueling trae a Lavacolla el enlace de Ámsterdam que operaba desde Alvedro
SANTIAGO
La compañía refuerza el carácter internacional de Santiago y compensa a A Coruña con otra conexión a Barcelona
26 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.A Coruña perderá una de sus tres conexiones internacionales el próximo verano. Vueling ha optado por reordenar sus operaciones desde Alvedro y trasladar la conexión que se realizaba en el período estival con Ámsterdam, entre el 20 de junio y el 20 de septiembre, a Santiago. A cambio, el aeródromo coruñés verá colmada una de sus aspiraciones, la entrada en servicio de una tercera frecuencia a Barcelona tres días a la semana.
Javier Suárez, director de planificación de la aerolínea de bajo coste, aseguró que la decisión «pretende aprovechar el mayor tirón turístico de Santiago» al tiempo que, insistió, «se refuerza la oferta desde A Coruña».
La ruta de Ámsterdam superó en el 2013 la ocupación del 70 % y rozó los siete mil viajeros. Los estudios de la aerolínea reflejan que, a pesar de los intentos de alargar la conexión, «no lo hemos conseguido e incluso en el 2013 se registró un ligero retroceso». Con el cambio de aeródromo, confían en evitar además la implantación de alguna otra línea que pudiera estar interesada en desembarcar en Galicia, como KLM, por ejemplo.
La operación tiene visos de ser pura estrategia comercial, pero sin lugar a dudas se corresponde con el espíritu que se respira en el comité de coordinación de rutas y que, al menos desde Santiago, se aprueba parcialmente: Lavacolla debe especializarse en vuelos internacionales por su capacidad de recepción turística y centralizar toda la oferta de emisión desde Galicia hacia Europa para hacer sostenibles las operaciones el mayor tiempo posible.
Lavacolla, que desde el 2010 tiene en verano un enlace de Vueling con Zúrich, también consiguió captar hace unos pocos meses el vuelo que operó un par de temporadas entre Vigo y Bruselas. Los tres destinos internacionales se repartieron entre las tres terminales gallegas en una decisión que coincidió con la idea de la Xunta, ahora enterrada, de vender Galicia como un único destino aéreo con tres terminales.