Una de las primeras quejas transmitidas por la presidenta de la Asociación de Veciños A Xuntanza de San Pedro fue la situación de una casa de la rúa Campo de Santo Antonio. En este lugar, Mercedes Vázquez alertó de un problema «de salud pública» al Ayuntamiento y, aún después de haber transcurrido muchos meses, «se sigue exactamente igual o peor, por el paso del tiempo». Se trata de una casa alquilada que no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad. Según comentó un vecino de la zona, el inmueble carece de alcantarillado y solo cuenta con un pozo negro, que se vacía «cada poco tiempo» directamente y «sin ningún pudor» a la canalización de pluviales. Esta situación fue confirmada por la portavoz vecinal, que insiste en que este asunto se llevó al Valedor do Pobo, pero «desde el Ayuntamiento de Santiago no se remitió la documentación solicitada».
La zona más demandada
Al margen de este caso, el barrio de San Pedro es una de las zonas de la ciudad más apetecibles para el fenómeno de los okupas. En la propia rúa de San Pedro, hasta hace unos meses, estuvieron ocupadas dos casas, que ahora permanecen cerradas a cal y canto. En la paralela rúa do Medio una casucha fue la morada de un grupo de jóvenes que terminaron por abandonarla.
Frente a esta propiedad, otras dos de mayor tamaño fueron ocupadas y desalojadas hace algunos meses, y ahora sus ventanas y puertas fueron tapidas para evitar futuras ocupaciones. Hace algunos años, un grupo de jóvenes ocuparon durante pocos días una casa en la Costa das Rodas. Al ser desalojados ya anunciaron que le tenían «echado el ojo a otra casa».