Un día en urgencias, otro con niños, otro con embarazadas y otro con enfermos respiratorios. Cientos de enfermeros contratados han visto como los contratos para cubrir bajas o vacaciones se han convertido en contratos de quince días denominados «correturnos», que consisten en estar cada día en un servicio diferente, «lo que es malo para nosotros, pero sobre todo para los pacientes y para los compañeros. Aunque todos sabemos las técnicas y somos enfermeros, no es lo mismo estar en una planta que en otra», lamentan. Hoy, en un acto simbólico de protesta, presentarán unas 200 quejas en el registro del Clínico exigiendo una revisión del pacto de contratación que evite este modelo precario y que el Sergas finalice con su política de pagar horas de voluntariedad a personal con plaza fija.