La inauguración solo está pendiente de la certificación de final de obra
02 jun 2014 . Actualizado a las 12:31 h.Los que hayan pasado estos días por las atracciones de las fiestas de la Ascensión habrán podido comprobar que la construcción de la nueva cafetería de la Alameda de Santiago ya ha finalizado. El singular edificio acristalado ya está concluido y su inauguración está tan solo pendiente de algún retoque en la iluminación y de la obtención del certificado de final de obra y de la licencia de primera ocupación. «Es cuestión de días», explica el empresario que se ha hecho cargo de la concesión, Juan Pérez Alvite, de Feixoada Galicia S.L.
Mientras se cierran esos últimos trámites burocráticos, de lo que sí ya se puede disfrutar es de la terraza de la nueva cafetería, que ha podido abrir sus puertas en las fiestas, algo que no ha sido posible con todo el local, aunque esa era la intención inicial.
Pese a estar aún protegido por una valla metálica de obra, el edificio acristalado se ha convertido ya en un atractivo más del renovado parque de la Alameda compostelana, en el que también se ha arreglado el estanque. Obra del arquitecto ourensano César Coll, la nueva cafetería levanta mucha curiosidad y son numerosos los viandantes que se paran para examinar la edificación. La mayoría de las opiniones son positivas. María y Andrés, que ayer paseaban por el parque antes de comer y se detuvieron para admirar el edificio ya terminado, creen que ha sido una buena idea construir la cafetería. «Nos gusta porque aquí ya había antes dos churrerías y de alguna manera se mantiene algo típico de Santiago, que es dar un paseo por la Alameda y después tomar el aperitivo o la merienda. El diseño también nos gusta, puede que demasiado moderno para estar tan cerca de la zona vieja, pero es muy bonito», explican.
La estructura no solo sorprende por combinar el cristal con el metal en una versión moderna de los antiguos pabellones ingleses, sino que además integra los tres carballos que están situados en el lugar sobre el que se ha levantado el edificio. Los troncos de los árboles están dentro del local y sus ramas y hojas salen por la cubierta superior y por un lateral, lo que ayudará a evitar la entrada de sol por la cristalera.